A la ceguera con-
vencidos ojos.
Su –“un
enigma es brotar
puro”- su
recuerdo de
flotantes torres de Hölderlin, de gaviotas
revoloteadas.
Visitas de carpinteros ahogados con
estas
palabras sumergiéndose:
Si viniera,
si viniera un hombre
si viniera un hombre, hoy, con
la barba de luz de los
patriarcas: sólo podría,
si hablara de este
tiempo, sólo
podría balbucir, balbucir
siempre siempre
sólo sólo.
esta noche, los dos, a las dos, dos millones seiscientos veintinueve mil ocho cientos segundos... ¿y contar hasta cuándo?... esperemos que nos falten dedos...
Bradley Manning esperaba que hubiera una gran discusión mundial a razón de las filtraciones acerca de la guerra de Iraq... cientos de miles de documentos colgados en la red por Wikileaks demostraban que el gobierno estadounidense había permitido y encubierto masacres contra civiles... si no se daba este debate, declaraba a un confidente, era que estábamos condenados como especie...
Desde entonces, la bola ha hecho de todo menos menguar... el soldado Manning está cerca de cumplir los doscientos días en prisión y, justamente hoy, Julian Assange, el ex-redactor jefe de Wikileaks, se ha entregado a la justicia británica bajo la acusación de presunta violación de dos mujeres en Suecia expedida por las autoridades del país nórdico... un delito que, antes de las nueva filtración masiva, se le imputó y se le retiró por falta de pruebas y que, ahora, como la cabeza cercenada de una hidra, ha vuelto a resurgir...
Julian Assange
El debate, como quería Manning, está servido... los últimos cables que han visto la luz ponen de manifiesto las tareas de presunto espionaje llevadas a cabo por los embajadores estadounidenses a miembros de las Naciones Unidas y de la OTAN, y han levantado ampollas... el cerco a la página de filtraciones ha ido cerrándose, viendo cómo Amazon los expulsaba de su servidor, PayPal y PostFinance-Swiss Postal cancelaban sus cuentas, reduciendo los canales para hacer donaciones, y EveryDNS les retiraba su dominio... y por más bocas que le corten, Wikileaks sigue respirando...
Detractores y defensores se enfrentan en la red... desde los partidarios de la acción de los gobiernos por eliminar este mar de las filtraciones que, según ellos mismos, podría provocar la muerte de inocentes si no es que ya tiene "las manos manchadas de sangre", hasta los protectores de la web, que la erigen con la medalla de la libertad de expresión que un día perdió el periodismo tradicional y que, hoy por hoy, están intentando robar de nuevo los poderosos y potentados de siempre...
Surgen dudas... ¿por qué cuando las filtraciones denunciaban la corrupción y violencia en África se elogiaba su labor informativa y se veía con buenos ojos los premios que recibía y, en cambio, desde que empezó a destaparse lo mismo acerca de los Estados Unidos todo pasó a ser delictivo y peligroso?... ¿por qué justo ahora Amazon, asegurando que no ha sido presionado por el gobierno de Barack Obama, se da cuenta de que Wikileaks iba en contra de las normas de conducta del servidor?... ¿por qué MasterCard y Visa cancelan los pagos de donativos para la plataforma y, en cambio, mantiene los dirigidos a asociaciones racistas como Knights Party, apoyada por el Ku Kux Klan?...
Mientras el gobierno francés se une a la decapitación del monstruo junto al inglés, el australiano y el sueco, entre otros, y los ataques a la web suman y siguen, diferentes servidores empiezan a guardar parte del material de Wikileaks y otros muchos crean servidoresespejo que sincronizan con la página y la multiplican... Assange está en manos de las autoridades británicas pero la publicación de la información, han asegurado, seguirá el camino previsto, a la vez que surge una nueva cabeza en la organización, el periodista islandés Kristinn Hrafnsson, especializado en la corrupción bancaria a nivel internacional y con muchas ganas de seguir adelante...
Kristinn Hrafnsson
Esta batalla muestra la debacle existente en el sistema moral de la democracia, muy lejos de cumplir sus doce pruebas... ha tenido que condenar, y busca clausurar ahora, un servicio cuyas filtraciones, si bien pudieran ser ilegales, no dejan de denunciar hechos igualmente opuestos a la legalidad pero amparados, en este caso, por los gobiernos... lo que es más, se demuestra fehacientemente lo revolucionario que es este medio llamado internet al que soslayada o frontalmente se intenta mutilar y por el que habrá que luchar, sin duda, en aras de mantener la libertad actual que nos otorga...
Una guerra múltiple, donde se conjugan poder, legalidad y ética, ha comenzado... como deseó Manning, al menos en la red, la discusión y el diálogo están candentes, y se demuestra que ni todo nos resulta indiferente ni tampoco inocuo... puede que en la realidad sea prácticamente imposible que David venza a Goliat, pero tal vez una Hidra de anónimas cabezas...
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Ventanas de mi cuarto,
de mi cuarto de uno de los millones de gente que nadie sabe quién es
(y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle constantemente cruzada por la gente,
a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, evidente, desconocidamente evidente,
con el misterio de las cosas por lo bajo de las piedras y los seres,
con la muerte poniendo humedad en las paredes y cabellos blancos en los hombres,
con el Destino conduciendo el carro de todo por la carretera de nada.
Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle
la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a la ida.
Hoy me siento perplejo, como quien ha pensado y opinado y olvidado.
Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo
a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.
He fracasado en todo.
Como no me hice ningún propósito, quizá todo no fuese nada.
El aprendizaje que me impartieron,
me apeé por la ventana de las traseras de la casa.
Me fui al campo con grandes proyectos.
Pero sólo encontré allí hierbas y árboles,
y cuando había gente era igual que la otra.
Me aparto de la ventana, me siento en una silla. ¿En qué voy a pensar?
¿Qué sé yo del que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? Pero ¡pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede haber tantos!
¿Un genio? En este momento
cien mil cerebros se juzgan en sueños genios como yo,
y la historia no distinguirá, ¿quién sabe?, ni a uno,
ni habrá sino estiércol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay locos perdidos con tantas convicciones!
Yo, que no tengo ninguna convicción, ¿soy más convincente o menos convincente?
No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
no hay en estos momentos genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
-sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas-,
y quién sabe si realizables, no verán nunca la luz del sol verdadero
ni encontrarán quien les preste oídos?
El mundo es para quien nace para conquistarlo
y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado más que lo que hizo Napoleón.
He estrechado contra el pecho hipotético más humanidades que Cristo,
he pensado en secreto filosofías que ningún Kant ha escrito.
Pero soy, y quizá lo sea siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no ha nacido para eso;
seré siempre el que tenía condiciones;
seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie de una pared sin puerta
y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
y oyó la voz de Dios en un pozo tapado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Derrámame la naturaleza sobre mi cabeza ardiente
su sol, su lluvia, el viento que tropieza en mi cabello,
y lo demás que venga si viene, o tiene que venir, o que no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
conquistamos el mundo entero antes de levantarnos de la cama;
pero nos despertamos y es opaco,
nos levantamos y es ajeno,
salimos de casa y es la tierra entera,
y el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.
(¡Come chocolatinas, pequeña,
come chocolatinas!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que las chocolatinas,
mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Ojalá comiese yo chocolatinas con la misma verdad con que comes!
Pero yo pienso, y al quitarles la platilla, que es de papel de estaño,
lo tiro todo al suelo, lo mismo que he tirado la vida.)
Pero por lo menos queda de la amargura de lo que nunca seré
la caligrafía rápida de estos versos,
pórtico partido hacia lo Imposible.
Pero por lo menos me consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
noble, al menos, en el gesto amplio con que tiro
la ropa sucia que soy, sin un papel, para el transcurrir de las cosas,
y me quedo en casa sin camisa.
(Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
o diosa griega, concebida como una estatua que estuviese viva,
o patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
o princesa de trovadores, gentilísima y disimulada,
o marquesa del siglo dieciocho, descotada y lejana,
o meretriz célebre de los tiempos de nuestros padres,
o no sé qué moderno -no me imagino bien qué-,
todo esto, sea lo que sea, lo que seas, ¡si puede inspirar, que inspire!
Mi corazón es un cubo vaciado.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus, me invoco
a mí mismo y no encuentro nada.
Me acerco a la ventana y veo la calle con absoluta claridad,
veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan,
veo a los entes vivos vestidos que se cruzan,
veo a los perros que también existen,
y todo esto me pesa como una condena al destierro,
y todo esto es extranjero, como todo.)
He vivido, estudiado, amado, y hasta creído,
y hoy no hay un mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
Miro los andrajos de cada uno y las llagas y la mentira,
y pienso: puede que nunca hayas vivido, ni estudiado, ni amado ni creído
(porque es posible crear la realidad de todo eso sin hacer nada de eso);
puede que hayas existido tan sólo, como un lagarto al que cortan el rabo
y que es un rabo, más acá del lagarto, removidamente.
He hecho de mí lo que no sabía,
y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El disfraz que me puse estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme el antifaz,
lo tenía pegado a la cara.
Cuando me lo quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, no sabía llevar el dominó que no me había quitado.
Tiré el antifaz y me dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
y voy a escribir esta historia para demostrar que soy sublime.
Esencia musical de mis versos inútiles,
ojalá pudiera encontrarme como algo que hubiese hecho,
y no me quedase siempre enfrente de la tabaquería de enfrente,
pisoteando la conciencia de estar existiendo
como una alfombra en la que tropieza un borracho
o una estera que robaron los gitanos y no valía nada.
Pero el propietario de la tabaquería ha asomado por la puerta y se ha quedado a la puerta.
Le miro con incomodidad en la cabeza apenas vuelta,
y con la incomodidad del alma que está comprendiendo mal.
Morirá él y moriré yo.
Él dejará la muestra y yo dejaré versos.
En determinado momento morirá también la muestra, y los versos también.
Después de ese momento, morirá la calle donde estuvo la muestra,
y la lengua en que fueron escritos los versos,
morirá después el planeta girador en que sucedió todo esto.
En otros satélites de otros sistemas cualesquiera algo así como gente
continuará haciendo cosas semejantes a versos y viviendo debajo de cosas semejantes a muestras,
siempre una cosa enfrente de la otra,
siempre una cosa tan inútil como la otra,
siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
siempre el misterio del fondo tan verdadero como el sueño del misterio de la superficie,
siempre esto o siempre otra cosa o ni una cosa ni la otra.
Pero un hombre ha entrado en la tabaquería (¿a comprar tabaco?),
y la realidad plausible cae de repente encima de mí.
Me incorporo a medias con energía, convencido, humano,
y voy a tratar de escribir estos versos en los que digo lo contrario.
Enciendo un cigarrillo al pensar en escribirlos
y saboreo en el cigarrillo la liberación de todos los pensamientos.
Sigo al humo como a una ruta propia,
y disfruto, en un momento sensitivo y competente,
la liberación de todas las especulaciones
y la conciencia de que la metafísica es una consecuencia de encontrarse indispuesto.
Después me echo para atrás en la silla
y continúo fumando.
Mientras me lo conceda el destino seguiré fumando.
(Si me casase con la hija de mi lavandera
a lo mejor sería feliz.)
Visto lo cual, me levanto de la silla. Me voy a la ventana.
El hombre ha salido de la tabaquería (¿metiéndose el cambio en el bolsillo de los pantalones?).
Ah, le conozco: es el Esteves sin metafísica.
(El propietario de la tabaquería ha llegado a la puerta.)
Como por una inspiración divina, Esteves se ha vuelto y me ha visto.
Me ha dicho adiós con la mano, le he gritado ¡Adiós, Esteves!, y el Universo
se me reconstruye sin ideales ni esperanza, y el propietario de la tabaquería se ha sonreído.
El exceso de la información no detiene las rotativas... pero la cantidad es tan enorme que es necesaria la descomposición en píldoras y su disolución en agua... los datos complejos se sustraen y se dejan las tiernas vísceras... no se recordará qué sucedió en 1991 pero sí la última ruptura sentimental... hay tanto YO que la conciencia no puede asimilar nada más... se la debe engañar para que interprete ya no como propio lo ajeno sino para que lo engulla como alimento imprescindible... zombis no de cerebros sino del corazón...
Treinta y tres hombres trabajadores con maldades obliteradas en la santificación de un Gran Hermano mundial crean país, planeta, mercado y unión en torno a un fuego que feria como fiera el tinglado tecnológico ultraplano y táctil de la contemporaneidad... el juego es conseguir lo antes imposible, robar de nuevo a los dioses, buscando en el acto una especie de salvación beatífica no de las víctimas sino de los rescatadores regentes... Se licuó la naranja desde los exprimidores de la comunicación como una historia humana de familias rotas humildes y héroes jobianos, pacientes topos ante la muerte, y se aplaudió el happy ending... no tardaron, cuando se acabó el suceso, en sacar souvenirs y revolver los trapos sucios para continuar la novela... Los medios apenas hablaron de la precaria situación de las minas en Chile y en tantos otros países y en tantas otras profesiones, en estado de esclavitud y semiesclavitud, porque esa realidad lejana estaba repleta de demasiados rostros anónimos inidentificables para el espectador, masa amorfa y silenciosa que conforma los inevitables daños colaterales de la sociedad del bienestar...
Un único señor en una cárcel junto a otros en la sombra y a la sombra recibe el Nobel de la Paz y gana un nombre, un premio que el año anterior recibió otro hombre que vive en un palacio con su mujer, hijas y perro y hace la guerra para buscar el final de las guerras cuando apenas llevaba dos días en el cargo... desprestigiado, se lo entregan a quien verdaderamente lucha, y una China futura aplasta el presente y dice NO... China es el miedo... ¿dictará realmente un mañana todavía peor?... Liu Xiaobo no irá a recoger su galleta, de la misma manera que no podrán los disidentes que fueron detenidos por festejar el resultado ni su esposa Liu Xia, alejada de la prensa bajo custodia policial porque los periodistas tienen pase vip SÓLO si los Vips quieren que lo tengan... Los gobiernos mandan formales comunicados que sin duda comunicarán, ONUs que no piden ni despiden sino impiden un oneroso onus probandi que lastra los maletines demasiado negros de todos ellos, y más por la buena fe que por la buena voluntad de hacer algo imprimen sus cartas de amor y odio...
Protesta en favor de la liberación de Liu Xiaobo
Se refieren los papás del poder y de las ondas a una injusticia intangible muy mala en la libertad de un hombre muy bueno, cuando son millones, y a lo terribles que son los malos, que siempre son pocos pero joden mucho... siempre eluden una visión adulta de lo que sucede, firman un eslógan con moraleja y se olvidan de citar por dónde van las fuentes y los tiros... a las nucas desnudas llegan, así, contenidos cojos y bizcos, normativizados con rímel, a los que se ha bautizado con agua del grifo como 'noticias', seguramente más porque infaman y vituperan que porque observen y señalen... el cuarto poder se dedica a describir y reescribir el crecimiento del cuarto mundo (y tantos otros) con conscientes informes informes, vacíos, grotescos, ridículos, falazmente verosímiles, llenos de fotografías impactantes con niños de cabezas abiertas por el fuego amigo, reforzando con hormigón armado la cuarta pared de este circense teatro beckettiano que un día juraron ayudar a tumbar...
Poco a poco se vendieron, poco a poco los compramos, sin reproches ni juicios ni quejas ni amargor ni escozor, sin darnos cuenta ni importarnos ni avisar... ¿cómo resucitar ahora aquel periodismo libre de títeres y esclavo de la verdad?... ¿cómo volver sin devolver ni ingenuidad a unos orígenes de sinceridad y profesionalidad y solidaridad crítica?... ¿cómo volver a ser humanos en nuestra justa medida, sin excesos, y no atroces caníbales de un mundo en demasía?...
Molinos de hormigas, espirales de la muerte... en la red los vi, inescapables... y, acercándose, el 29S como un desastre que hay que seguir...
Lo han hecho tan mal, lo siguen haciendo tan torpemente... los que suponen que son los guías han perdido el rastro, nos llevan a un desierto...
No se levantaron cuando era el momento, y el momento es cuando pasa y no cuando ha pasado... es como el pataleo patético de los que no pueden o quieren hacer nada más...
Anunciar una huelga general, con todas las de la ley, es algo infinitamente derrotado... las leyes amparan las huelgas pero no las apoyan, las previenen...
Avisar con antelación de que te vas a quejar es como mandar un fax de preaviso para gritar por el martillazo que te ha reventado el dedo...
Hay momentos en los que no se pueden seguir los cauces, y este momento hace tiempo que dura, pero ni los que dirigen se organizan ni los que deberíamos organizarnos nos dirigimos...
No queda otra que apoyar la huelga sin resquicio, no se puede soportar más este abuso, pero los sindicatos tampoco pueden quedar indemnes... si quieren luchar, hay que luchar...
No se vale cobrar y esconder la cabeza debajo del ala... se debe incluso olvidar ese dinero e ir hasta las últimas consecuencias... ¿quién es el primero?...
Ovejas negras de seis patas, en fila india, con la cabeza agachada aunque alcemos el puño, porque al día siguiente habrá silencio en la oficina, y al otro olvido...
Será humillante estar ahí, que nos acaben utilizando para sus electoralismos, ¿pero acaso no es peor que nuestros empresarios sigan beneficiándose de nuestro trabajo cuando nos han dado la espalda en estos tiempos aciagos?...
Debemos estar agradecidos de tener oficio, aunque nos recorten beneficios, aunque nos congelen los sueldos, aunque al final acaben despidiéndonos...
Sé de uno que ha estado más de treinta años haciendo turno de noche a doce horas y, a tres años de la prejubilación, lo han echado como a un perro... eso tiene un nombre: Hijos de Puta...
Y no perdamos del punto de mira a los bancos que recibieron nuestro dinero, y a los que se lo seguimos ingresando... no vemos... con anteojeras seguimos el camino marcado...
Debemos romper este círculo vicioso, dejar de apiñarnos en la muerte, el estatismo de la piedra, alejarnos de los que lideran y empezar a crear nuestras propias colonias...
Dices que tienes corazón, y sólo
lo dices porque sientes sus latidos.
Eso no es corazón...; es una máquina,
que, al compás que se mueve, hace ruido...
Bradley Manning se esfumó en las entrañas del Estado que vomitó sobre la convención de Ginebra, desaparecido como las personas que Toru Arakawa quería ayudar a exhumar en su generosidad infinita, fosas comunes de esta guerre si vile cuya oscuridad y terrible verdad se multiplica en Haití en pancartas encorbatadas y corrupción miserable...
¿Dónde fueron a parar las ayudas? ¿Cuánto se guardaron los bancos, cuánto llegó, cuánto se repartió? ¿Dónde estabas, Preval, vendido hijo de puta, mientras tu pueblo moría?... Expolio constante y sin tregua de la memoria y el futuro, de la voluntad del presente...
Nuestras manos son piratas frente a los barcos del mercado, legislaciones b/votadas por un petit comité de GRANDS HOMMES que busca disminuirnos, convertirnos en hormigas desamparadas e indiferentes las unas de las otras, puntos que se ahogan en un salivazo propio de desprecio común...
No vemos, lo cubren todo con su nieve, imparable, incesante... caspa sobre las autopistas del futuro y de la información... las fotos se pudren fuera del marco digital y la falsa intemporalidad del bit nos engaña, nos mantiene jóvenes, pero morimos y nos matan y nos dejamos arrebatar lo más preciado... estáticos con una sonrisa, los archivos se corrompen y, sin previo aviso, un día desaparecen y no queda ni rastro ni "somos"...
Oyes música, te bañas en nostalgia, juegas a construir un pasado de conexiones donde montar el armazón carcelario del Yo, te detienes en las asibles pequeñas cosas para ser realcontroladamente feliz... pero te quedas ahí... no hay una magnificación de esos minúsculos instantes, no hay un "basta", no hay un por qué...
Contentarse es lo más cercano a morir... encarar la muerte lo más ajustado a la vida, lo más justo con ella... pero olvidamos a conciencia los cadáveres que seremos, los dejamos bajo las piedras, para que no molesten, para que dejen de estorbar, para que no intercedan en el torrente de pálpitos y palpitaciones que soñamos que son nuestros latidos...
Ni siquiera un crudo derrame de infamia nos levanta... impasibles, somatizados y sodomizados, porque ya crecemos vencidos... la ilusión nos la destrozan a palos en el colegio, en el trabajo... el nihilismo se malentiende y devuelve pasotismo, y otro verano de luz de nuevo se torna agrio septiembre, este mes de mierda que nos rebota hasta la casilla de salida de este juego donde se cambian fichas pero se conserva tablero...
Espero que haya una gran discusión mundial, debates, reformas.
Si no es así, estamos condenados como especie. Bradley Manning
El diario El Pais encabeza su artículo de hoy sobre Bradley Manning con el titular "Los peligrosos sueños de gloria del soldado Manning" como si el chaval de 22 años hubiera sacado información confidencial para ganar American Idol...
En la descripción del joven soldado, analista de inteligencia del ejército de los EE.UU. en Irak acusado de filtrar información clasificada, aparecen detalles como la "amargura", la "soledad del aislamiento", el creciente "desapego que sentía hacía su país" por esta "batalla que no sentía como suya", sin olvidar que tomaba "pastillas como un loco" y "no tenía una relación especialmente cercana con su padre ni con su madre", ni por lo visto con Dios por que "fue educado en el catolicismo, pero en su placa del Ejército lucía la palabra «humanista»"... en resumen, que "se sentía un don nadie y soñaba con cambiar el mundo" y "convertirse en un héroe denunciando el cinismo occidental"...
Este retrato recuerda sin duda a los de otros como Cho Seung Hui o Kimveer Gill, dos chavales que fueron tachados de psicológica y emocionalmente inestables, marginados sociales que decidieron matar a tiros a sus compañeros de clase y que, vamos, no estaban dentro del grueso de ciudadanos decentes y honrados y con dos dedos de frente que conforman la civilización occidental... puede que estos chavales fueran muchas cosas, infinidad, pero nadie fue al por qué habían llegado a serlo... simplemente, se culpó al mar, a la naturaleza que a veces engendra hijos defectuosos como puede estarlo un iPod o una máquina de expender condones...
¿Pero era un paria abandonado buscando reconocimiento o simplemente no pudo soportar más las informaciones que debía introducir y transmitir cada día a través de las redes ultrasecretas del Pentágono?... Bradley Manning fue arrestado en Irak y trasladado a Kuwait en mayo, donde estuvo confinado sin cargos cerca de un mes en el campamento de Arifjan hasta que fue enviado a la basa militar de Quantico, en Virginia, el pasado 30 de julio para que un jurado de acusación decidiera si se le debería abrir un juicio o no... el analista había sido delatado por Adrian Lamo, un reputado hacker con el que había mantenido conversaciones en las que había descargado la mala conciencia y las dudas que le provocaba haber filtrado dicha información, documentos que posteriormente sacó a la luz pública y mundial la web de Wikileaks...
No sólo Lamo ha acusado al sitio web de haber manipulado al soldado sino que "tanto el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, el de EE UU, Barack Obama, como el jefe del Estado Mayor Conjunto norteamericano, Mike Mullen, han asegurado que la filtración de los documentos de Afganistán provocará, probablemente, las muertes de soldados y colaboradores afganos"... en concreto, Mullen ha afirmado que Wikileaks y sus gestores "pueden tener ya las manos manchadas por la sangre de algún joven soldado o de alguna familia afgana"... Esto puede resultar de risa si uno compara estas declaraciones con el espeluznante vídeo top-secret que la web colgó tiempo atrás en internet mostrando el tiroteo cruel y sin razón de un helicóptero estadounidense sobre civiles iraquíes...
Julian Assange, portavoz y fundador de Wikileaks, se defiende alegando que debido a la antigüedad de los documentos, siete meses, difícilmente puede nadie estar en peligro... en una entrevista en la MSNBC con Dylan Ratigan, Assange no ha confirmado ni desmentido que la fuente de alguno de los 92000 documentos clasificados del Ejército norteamericano desvelados por su web fuera el joven analista de inteligencia, pero sí ha remarcado que queda por explicar qué le ha sucedido al soldado Manning durante su confinamiento en el campo de Arifjan, dando a entender si no puede haberse abierto un nuevo Guantánamo en Kuwait...
Soldado Bradley Manning
Las cosas, sin embargo, se van moviendo... en Islandia, el Parlamento aprobó en junio la Iniciativa Islandesa de Medios Modernos (IMMI), un proyecto de ley de libertad de prensa impulsado por Assange que busca blindar y reforzar la ley de prensa para ofrecerle más libertad y confidencialidad... Al delator Lamo ya le han declarado una fetua contra su vida por parte de hackers musulmanes, mientras que para Bradley Manning no dejan de abrirse páginas en su apoyo a pesar de que la opinión pública esta dividida y muchos lo consideran un traidor a la Patria...
Se habla a menudo de traidores a las Patrias, de desleales a las banderas, ¿pero cuántas "patrias" han sido desleales a sus ciudadanos, cuántas mentiras les han contado? ¿a quiénes representan y a quiénes benefician estas "naciones"?... ¿Por qué tanta insistencia en que no haya diálogo y tanto desprestigio contra sus detractores si afirman tener las manos limpias, estos "patriotas"?...
Ante casos tan flagrantes, no sólo hay que seguir defendiendo la integridad y libertad de los ciudadanos frente a la opresión del poder, sino que hay que proteger y asegurar el acceso universal a la red como medio para una globalización justa e igualitaria en contra del sistema caníbal y mercantil actual que nos escinde, anula y elimina...
«Si bien la actividad mercantil en sí misma no es condenable, nuestro proyecto pone necesariamente en tela de juicio el capitalismo en razón de dos de sus características, que lo transforman, desde nuestro punto de vista, en un sistema incompatible con nuestro modelo de desarrollo:
La rentabilidad del capital como objetivo principal y único
El capitalismo organiza el conjunto de los factores de producción (humanos y materiales) en función de su objetivo principal de rentabilidad. Si toma en cuenta la dimensión medioambiental o los requerimientos sociales y éticos es por el propio instinto de conservación del sistema o por un posicionamiento estratégico o de “marketing”.
Si bien la comprensión y la denuncia de las diferentes formas de capitalismo (financiero, liberal,...) nos permiten adaptar nuestras formas de acción, estimamos que estas diferentes formas recubren en realidad varias facetas de un único y mismo modelo. En realidad, no existen un “buen” capitalismo.
El carácter globalizante o sistémico del capitalismo
Una de las grandes fuerzas de este sistema es la de hacerse pasar por una herramienta “técnica”. También se intenta hacernos creer que esta herramienta no sería ni “buena” ni “mala” en sí misma, sino simplemente un modo de regulación de los intercambios que permite ajustar la oferta a la demanda. Esta falsa imagen del capitalismo, profundamente integrada como real por toda la sociedad, constituye el punto de apoyo principal de legitimación del sistema. Sin embargo, el capitalismo es globalizante y globalizador por naturaleza, tanto para el individuo como para la sociedad. Al transformar los deseos en necesidades, erigiendo el trabajo en valor y mérito, al establecer su escala económica y social como la jerarquía natural de las relaciones humanas, el capitalismo desborda con creces el campo “económico” para condicionar, sin decirlo, la casi totalidad de las relaciones sociales. También comporta un carácter totalitario en la producción del mundo, es decir, en la producción de los lazos fundadores de la vida en sociedad y de nuestra historia común. Además, encierra el imaginario y limita las posibilidades de encarar una nueva relación del ser humano con el mundo.
La situación actual del capitalismo agrava todavía más estas características: la apertura de los mercados (de bienes, de servicios, de capitales) priva a las naciones de sus facultades para determinar libremente sus políticas económicas, fiscales, de redistribución, de medio ambiente. Por otro lado, el dogma de la competencia pura y perfecta implica una regresión de los sectores públicos y de las políticas sociales.»
Tal vez el mar, un día, decida tomar la justicia por su cuenta y en un breve impulso, un impulso inimaginable que corte la respiración, se abalance sobre los pastos del planeta como un puño de hielo inmisericorde, precipicio piafante de agua inconmensurable que se desmoronará sobre nuestras cabezas sin piedad ni concesiones…
Tal vez el mar, empapado por la ira, engulla la tierra e inunde las calles de aquéllos que se la han jugado, de aquéllos que han mirado al cielo cuando desconocen la oscuridad de las profundidades, que se han quedado en la superficie como una balsa de aceite sin imaginar que el veneno se extiende y mata también por los bajíos…
Tal vez el mar, en este futuro, no necesite venganza ni la espere, y sólo se deje morir de pena como un perro en un laboratorio de cosméticos o una niña en el sótano de un narco mexicano, y se vaya apagando poco a poco, llama líquida, hasta quedar convertido en un poso negro y maldito que mate las aves de los cielos y alimente los motores de la tierra…
Tal vez el mar, inconsolable, sea culpado aun ese día por todas las olas perdidas que dejaron de llegar a la orilla, por todos los veranos embravecidos y revueltos que no nadamos con su marea de banderas rojas, por todas las vacaciones sucias en las que llenó nuestras pisadas de compresas y condones y algas negras y medusas muertas…
Tal vez el mar, ahogado casi por completo, con sus fosas abisales taponadas por las células de la vida artificial que tan orgullosos abanderamos y modificamos, Manus Dei, se rinda finalmente ante taladros de petróleo y ciudades de devastación, patentes del canibalismo absurdo que van devorando sin remedio nuestro tiempo y nuestro espacio y nuestros cuerpos…
Tal vez el mar, entonces, sin decir nada ni nada más, en silencio, se repliegue sobre sí, se deslice hacia el horizonte, se aleje, y la tierra quede desnuda y gris como la mano de ceniza de un niño, quebradiza como un trozo de madera calcinada que parece entero pero que, en realidad, se parte entre los dedos con sólo tocarlo…
Quedamos a la salida de mi trabajo, compramos unos zumos en el supermercado, vamos hasta la playa, nos sentamos en la arena, sacamos los bocadillos, comemos frente al mar…
Hablamos, todo lo que pasa, todo lo que queda, el aire sopla en una brisa, mis pies descalzos, la arena fría, y una calma que nos protege de esos enormes, horribles rascacielos a nuestras espaldas…
Acabamos, depositamos los envoltorios y la bolsa en un cubo gris, atravesamos la playa, subimos una rampa, pisamos asfalto, seguimos viendo el mar, bajamos de nuevo hasta que nuestros zapatos se hunden en la arena…
Nos contamos, relatamos, qué ha pasado en tanto tiempo o no tanto, aunque siempre acaba siéndolo, sin resumen, sin límites, en un océano difuso de palabras en el que nadamos y paseamos, en la tierra y en la piedra y el cemento y la saliva…
A paso lento, las bocas se mueven parsimoniosamente, sin prisa, nos volvemos a detener frente a un chiringuito, él invita a unos helados, los disfrutamos mientras seguimos avanzando o alejándonos…
Subimos, enderezamos por un amplio carril de bicicletas, vemos un campo de fútbol completamente dejado, un puente, una ligera cuesta, un parque verde con esculturas de quillas oxidadas…
Me pregunta cómo va mi espalda, le contesto que las pruebas salieron bien pero que no debería haber comprado libros hoy, la maleta pesa cada vez más, como una culpa infinita, que él se ofrece a cambiar por la suya, y no nos detenemos…
Empieza el paseo marítimo, extranjeros bebiendo cerveza, fumando en mitad de una fiesta con música estridente, camisetas de un mismo color para el partido, rojo sangre, y los recuerdos que se moldean y se guardan en medio de este carnaval…
Nos sentamos en un pretil de piedra lejos de la zona, descansamos, y un guía con dos turistas en una ruta en segway se detiene frente a nosotros, señalándoles la coraza metálica en forma de pez que tenemos delante, descomunal, hueca…
Cuenta algo acerca de los Juegos Olímpicos y el descubrimiento de América, seguramente inventado, y una anécdota sobre las dos torres que custodian el pescado, sin duda necesitadas de un avión, abominables, imbonitas...
Luego se van, sin notar el suelo, y nosotros comenzamos a charlar de nuevo, del futuro, de la imposibilidad de planificar, y él se preocupa por su hermana y yo le escucho, y seguimos comentando qué hacemos y hacia dónde nos dirigimos, sin respuesta…
Nos volvemos a poner sobre nuestros talones, vemos al rato unos edificios viejos que nos suenan de algo, acabamos llegando hasta un hotel en forma de vela que se come la costa, refulgente como el cuchillo de un matarife, nos desorientamos…
Volvemos sobre nuestros pasos, nos dirigimos hacia el interior, subimos el paseo, reconocemos de nuevo las casas de antes, nos reubicamos, él saca fotografías de las barcas, dejamos a un lado la parada del metro, reseguimos el litoral un poco más…
Decimos adiós al agua y enfilamos el ruidoso río de la calle hasta el museo de historia, en uno de cuyos afluentes nos perdemos, y entramos en una tetería minúscula donde las camareras son guapas y estúpidas; el chocolate, aguado; los churros, congelados; los pasteles, asquerosos; las infusiones, insípidas…
No volveremos, pero tampoco será lo que recordemos, decimos, y nos metemos en la boca del metro sin prisa, descendemos las escaleras, esperamos, vamos de pie en el vagón durante veinte minutos hasta el final de la línea, y él inevitablemente cambiará de tren…
Nos despedimos, satisfechos, ha sido tan agradable, cada paso una palabra, sobre tantas cosas y nada, las puertas se cierran, se aleja, se va, desaparece, pero seguimos, por separado pero seguimos, nuestro paseo no se detiene…
Han aparecido nuevas licencias que genéricamente se conocen bajo la denominación Copyleft. Basadas originariamente en el principio de software libre, nacen en el ámbito informático aunque se aplican de forma análoga en la creación artística, literaria y científica. Dentro de ellas, se encuentran las licencias Creative Commons, más orientadas a contenidos de tipo artístico. Suele decirse de ambas que son un sistema alternativo al copyright, a la propiedad intelectual. Se trata de licencias prediseñadas que, partiendo del derecho exclusivo del autor a explotar sus obras como mejor considere, permiten que el usuario pueda utilizarlas, modificarlas y redistribuirlas, incluyendo versiones derivadas, siempre que la difusión de estos trabajos derivados mantenga las mismas condiciones de utilización y difusión.
En resumen, ambas pretenden sentar las bases para que la red sirva como espacio común para la creación, el intercambio de información y, en definitiva, la libre difusión del conocimiento. Pero en la práctica, pueden implicar perder en buena medida el control de la obra ya que, aunque el autor ejerce su derecho a decidir si su obra se usa o modifica y en qué condiciones, la difusión masiva de un libro electrónico bajo licencia Copyleft hará que existan cientos de potenciales licenciatarios y licenciatarios de licenciatarios y así sucesivamente.
A este problema se añaden otros de carácter jurídico. Por un lado, su posible naturaleza de contratos, que de acuerdo con Marta García León parece discutible, ya que el sistema de autorizaciones en cadena implica que el autor –primer licenciante- desconozca a quién ha licenciado el uso de su obra, requisito recogido en nuestro ordenamiento jurídico para poder alcanzar tal consideración; o incluso, el autor podría no tener conocimiento nunca de la aceptación de su oferta, lo que implicaría que el contrato no sería efectivo. Por otro lado, hay determinados derechos configurados por el TRLPI que son irrenunciables y cuyo ejercicio además no corresponde al autor licenciante sino a entidades de gestión. Entre otros, los derechos morales y algunos derechos de remuneración, que vienen definidos como irrenunciables y de gestión colectiva obligatoria -tal es el caso del derecho a remuneración por copia privada-. Esto significa que las entidades de gestión vienen obligadas por Ley a hacer efectivos estos derechos de remuneración incluso aunque el autor hubiera decidido regalar su obra o no cobrar las cantidades recaudadas a su nombre.
En 2007 comparto piso en Sagrera y trabajo colocando libros... cada fin de semana, cojo el metro hasta la biblioteca especializada en tebeos de Barcelona, a dos paradas de donde vivo...
Dejo el trabajo y dejo el piso y me voy con T. a Inglaterra... volvemos nueve meses después, recupero el antiguo curro y enchufo a una amiga de T...
Es 2009 y vivo con T. en Trinitat Nova... colocando la sección de siempre, un cómic me llama fuertemente la atención: Romance Killer... me digo que lo cogeré pero no lo hago...
Meses antes de descubrir ese cómic, que es un mamotreto enorme de casi novecientas páginas, quiero comprar R.U.R. de Karel Čapek pero está descatalogado...
Busco en el Mercat dels Encants y un vendedor me vacila... de la rabia, estoy por adquirirlo a través de Amazon pero acabo encontrándolo en una biblioteca de Barcelona...
La biblioteca está justo al lado de donde vivía en 2007... me quedo alucinado por no haberlo sabido antes...
Me doy cuenta de que además de la biblioteca a la que iba, hay otra que tiene mucho material de viñetas... está justo al lado de donde vive la amiga de T...
En enero de 2010 empiezan las devoluciones del sobrestock de libros post campaña navideña y, entre los elegidos para el cadalso, están los tres ejemplares de Romance Killer... salvo uno de la quema...
Un mes después, la amiga de T., finalmente, consigue una beca para estudiar unos documentos medievales de L'Hospitalet, su ciudad, y deja el trabajo para dedicarse a tiempo completo...
Una semana más tarde, por fin, me decido a coger el libro de préstamo de la tienda donde trabajo... Es una época en que noto un tanto sobrecargada la espalda, así que me siento con cojines bien acomodado en el sofá para leerlo...
La edición, no está de más decirlo, está de puta madre si obviamos QUE LAS PRIMERAS VEINTE PÁGINAS ESTÁN EN ITALIANO...
La historia es oriental, para qué negarlo, concretamente, coreana... A media historia, superadas las clases de italiano, noto un dolor muy agudo que sólo se me pasa con antiinflamatorios...
Al día siguiente, recuperado, pido hora a través del seguro de la empresa para un traumatólogo... o no contestan o han cambiado de teléfono o ya no trabajan para la compañía aseguradora...
Al final, consigo cita con uno para el viernes siguiente... Durante la espera, sigo descargando con cuidado de no hacerme más daño y finalizo Romance Killer...
Descubro que forma parte de una trilogía, no una como Millenium sino como 1984, Mundo feliz y Fahrenheit 451: un mismo tema, en este caso la juventud, pero no existen nexos de unión entre los argumentos...
La tercera historia no ha salido, pero la primera sí, y ha sido traducida por otra editorial... se titula de El gran Catsby... busco en el catálogo de bibliotecas de la ciudad y bingo...
No está en la biblioteca a la que había ido siempre... Está en L'Hospitalet, la biblioteca cerca de la casa de la amiga de T., y en Sagrera, en la biblioteca que estaba al lado de mi antiguo piso...
Voy el viernes al médico y descubro, antes de llegar a la calle, para mi estupor, que la calle que la cruza es la calle donde viví en 2007...
En la consulta, no me tienen apuntado... Me hacen el registro y un hombre y su hijo llegan mientras yo llevo veinte minutos esperando, acabando de leer un libro que compré hace cinco meses...
La recepcionista dice "qué gracia, ese chico también" refiriéndose a mí y a mi apellido, poco común, que coincide exactamente, incluso en la variante de la vocal, con el del señor y su hijo...
El hombre me habla, me dice que él nació en Barcelona hace diez lustros pero que sus abuelos son de dos pueblos de Andalucía... "Mi padre nació también allí" le digo en referencia a uno de ellos... puede que seamos parientes lejanos...
Flipado, salgo de la consulta con un volante para unas radiografías... bajo por la calle en que viví, miro el portal... estoy tentado de llamar pero paso de largo...
Bajo por la Meridiana, ahora en obras, y llego a la biblioteca, de donde saco cuatro de los seis volúmenes que conforman El gran Catsby...
Lo hojeo de camino al metro, miro el dibujo... ya en el tren, estoy convencido de que lo he visto antes...
Con la barba hundida en la bandeja, que sujetaba fuertemente con las manos, llegó hasta la cama y cuando se dispuso a ponerlo todo en la mesa de al lado y despertar al señor, vio que el lecho se hallaba vacío y sin deshacer. ¡El señor no estaba!
Turbado, dejó caer una taza y tras ella el azucarero. Procuró pescar las cosas al vuelo y, al mover la bandeja, se fue cayendo todo lo demás. Sólo supo retener una cucharilla.
–¡Vaya una maldición! –decía, viendo como Anisia recogía el azúcar, los trozos de la taza, el pan–. ¿Dónde está el señor?
El señor seguía sentado en su sillón con el rostro completamente demudado. Zajar lo miró con la boca abierta.
–¿Por qué no se acostó usted, Iliá Ilich? –preguntó–. ¿Por qué se ha sentado toda la noche?
Oblómov volvió lentamente la cabeza en su dirección, miró con aire distraído a Zajar, el café derramado, el azúcar disperso por la alfombra.
–¿Y por qué has tirado tú la taza? –preguntó, y se acercó a la ventana.
La nieve caía en gruesos copos, cubriendo la tierra.
–¡Nieve, nieve, nieve! –repitió Oblómov con expresión abstraída, mirando cómo la espesa capa de nieve cubriría la valla y los surcos del huerto–. ¡Lo ha tapado todo! –murmuró con desesperación. Se dejó caer en el lecho y se durmió pesada, profundamente.
Oblómov de Iván A. Goncharov, 1859
Traducción de Lydia Kúper de Velasco
El día en que, por una curiosa inversión de nuestra época, el crimen se adorna con los despojos de la inocencia, es la inocencia a quien se intima a justificarse.
El hombre rebelde, Albert Camus
Oh, I know it's a penny here and a penny there, but look at me. I worked myself up from nothing to a state of extreme poverty.
Monkey Business
Ahora, cuando hace poco más de dos meses la tierra tembló y echó por los suelos media isla, cuando todo eran gritos en el flujo catódico, cuando los periodistas se desperdigaban por Puerto Príncipe y no por el resto de pueblos, todo parece en calma, en una temible calma...
Siguen sonando los anuncios tristes en los altavoces de las estaciones, siguen vendiénsose politonos beatíficos solidariamente, pero ya han pasado las grandes galas y la mofa de la versión de We are the world, ya el despliegue informativo sin medida; acabaron las ostentaciones de los presidentes mostrando al mundo entero sin vergüenza sus ayudas humanitarias; incluso hicieron pie sobre la tierra pobre arrasada los americanos, Estados Unidos que robaron el nombre de la población de todo un continente para separarse de ella, ángeles radiantes de banderas frente al caos escatológico del ONUnismo burocrático, muy conscientes de a lo que iban y bien dispuestos a salvaguardarnos de nosotros mismos y de lo que hiciera falta...
No Historia como un 11-S... hablamos con minúsculas para esta catástrofe porque los pudientes de Haití están en sus hoteles todavía enteros, con sus camareros sirviendo, con las playas turísticas recibiendo clientes de cruceros... y es que el dinero debe seguir llegando a la isla para ayudar, una mano que no sabemos a quien se extiende, sin embargo o con muchos futuros embargos, pero que al menos, para nuestra tranquilidad, ahí se queda, abierta, cinco dedos, ahí está, los que alcancen que la cojan...
La historia de Haití, madre de la primera revolución de esclavos que tuvo éxito y en cuyo honor se acordó el 23 de agosto como Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, ha presenciado cómo la descubrieron, diezmaron y olvidaron los españoles, cómo la tomaron y fueron expulsados de ella los franceses, cómo la trataron de invadir y compraron sus presidentes los estadounidenses, cómo se llevó a cabo una matanza étnica a las órdenes de Trujillo, domini canis, y cómo la han utilizado de expiación en la mayor de sus miserias...
Ha visto horrores esta historia pero lo peor de todo es que ha sido desde dentro desde donde no han dejado de florecer hiedras... Fue del alzamiento de esclavos del 1794 de donde salieron mandamases como Louverture o Dessaline quienes, una vez hecha su participación en la sublevación, al pisar el poder intentaron obligar a los negros como ellos a realizar trabajos forzados en los campos... Fueron Alexandre Pétion y Henri Cristophe, asesinos de Dessalines, quienes se repartieon el pastel, enarbolando el segundo de ellos la locura en un mástil, autoproclamándose Rey de Haití y ordenando la contrucción de seis castillos, ocho palacios y la Fortaleza Laferrière...
En 2004, ya en régimen democrático, el presidente Jean-Bertrand Aristide sufrió un golpe de estado por la fuerte interferencia del gobierno norteamericano... en 2009, su sucesor y reelegido presidente René Préval tardó en reaparecer tras el seísmo, pero no dudó ni un segundo en estar bien presente en el Discurso a la Nación de Obama, de la misma manera que no ha dejado de apoyar a la clase bienestante del país, dispuesta a pagar caritativamente hasta el último de los funerales de los familiares de sus empleados...
Mientras, en esta relación de poder, y este mundo en el que vivimos, en mitad de una catástrofe sin precedentes lugareños comercian sus reservas de alimentos básicos con sus iguales, en vez de compartir e intentar salir juntos adelante... y lo hacen porque es lo que han aprendido y porque la ley de la selva sigue reinando, la ferocidad capitalista y la salvación unitaria es lo que se va a rezar en las iglesias en cuanto las levanten... saben que nadie va a venir a dar caramelos gratis a aquellos que nunca tienen nada...
Todo es extremadamente vergonzante... este sistema es más destructuivo que cualquier terremoto... los presidentes democráticos están más preocupados por ver quien come más pastel que por las virutas que lo decoran... no sabemos qué pasa ya en Haití, qué sucede, pero a pesar de ello nos siguen vendiendo, porque sin negocio no hay solidaridad que valga, estampitas para arrimar el hombro... pero no son más que parches en una grieta que se va haciendo enorme... se permite el empobrecimiento extremo y luego se quiere comulgar con la total entrega de nuestros corazones al son que ellos cantan cuando les interesa...
Por el país,
Por nuestros ancestros,
Caminemos unidos (bis)
En fila; traidores, ninguno
De la tierra seamos dueños únicos
Caminemos unidos (bis)
Por el país,
Por nuestros ancestros.
Por los antepasados,
Por la patria
Labremos, felices;
Cuando el campo crece,
el alma se engrandece.
Labremos, felices
Por los antepasados
Por la patria.
Por el país
y por nuestros padres,
tengamos hijos
libres, fuertes y prósperos.
Siempre seremos hermanos,
Tengamos hijos
Por el país
y por nuestros padres.
Por los antepasados,
Por la patria,
¡Oh, Dios de los valientes!
bajo tu guardia infinita
Toma nuestros derechos, nuestra vida,
¡Oh, Dios de los valientes!
Por los antepasados,
Por la patria.
Por la bandera,
Por la patria,
Morir es bello (bis)
De nuestro pasado, recibimos llamada:
"Tened el alma curtida". Morir es bello (bis)
¡Por la bandera,
Por la patria!
Bajo las piedras, sobre las piedras,
bajo los huesos, sobre los huesos,
entre los huesos, entre las piedras...
la tierra, los zapatos, las palas, los picos, los carros, la gente, la muerte, la vida, la carne, los gritos, los llantos, los himnos, las guerras, banderas, LAS MANOS LAS MANOS LAS MANOS...
en Japón ha muerto Toru Arakawa, un jubilado que tras leer una noticia en un diario nipón sobre los trabajos de la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) se marchó a España con el recorte del artículo y una foto de Santiago Macías, uno de los fundadores de la iniciativa... tras una inesperada y sui generis aparición, le proporcionaron casa y comida mientras ayudaba sin pedir nada a cambio en diversas exhumaciones, un total de veintidós a lo largo de los veranos que acudió a Galicia para cooperar en las labores de recuperación... desde 2006, este ex profesor de inglés de casi 70 años, interesado por la lengua española y la guerra civil, trabajó duramente en las fosas comunes con una idea muy clara, tan clara que nos ciega en nuestra ignorancia...
y mientras en la otra punta del mundo ese hombre se va para siempre, la bota de Europa se llena de un rarefacto vino que finge ser sangre de Cristo, calabriada que busca diluir bajo su blanco suelo el tinte que lo siembra, mejunje peleón que apalea hasta matar si es necesario, hasta que se sometan o revienten... que ya no existe la esclavitud porque nadie ve a las putas ni nadie ve a los que se agachan ni a los que andan a ras de polvo... sus cuerpos desterrados caminan como sombras debajo de las suelas de los rosarnosos que pisan con la barbilla bien alta, que no la frente, descalabrados, aplastados ya no en el olvido sino en la vida, huellas que se hunden en un limo que las devora, se las traga y las hace desaparecer como se borra de nuestras mentes lo que Toru-san recordaba y sabía y lloraba sobre sus uñas y sus dedos, y nuestras uñas y nuestros dedos, y las de todos...
O teito é de pedra. De pedra son os muros i as tebras. De pedra o chan i as reixas. As portas, as cadeas, o aire, as fenestras, as olladas, son de pedra. Os corazós dos homes que ao lonxe espreitan, feitos están tamén de pedra. I eu, morrendo nesta longa noite de pedra.