Humanamente Humillados

Nadie me explicó nunca que no soy una mujer... ¡No soy un varón! ¿Para qué me trajeron? Mejor me hubieran dejado tranquila en mi pueblo.
Caster Semenya negándose a subir al podio para recibir el oro

El 3 de agosto de 1936, Jesse Owens consiguió el oro en los 100, los 200, los 4x100 y el salto de longitud frente a Adolf Hitler, pulverizando la teoría de la superioridad de una supuesta raza aria... los estadounidenses se sintieron orgullosos de que un Americano le enseñara a ese Nazi lo que había, pero ni Roosevelt ni Truman lo invitaron a la Casa Blanca para felicitarle... cuando Owens volvió a “su” país, no pudo tampoco ir en la parte delantera de los autobuses, reservada para blancos...


el 20 de agosto de 2009, en el duodécimo campeonato mundial de atletismo celebrado en Berlín, un Usain Bolt exultante ha batido todos los récords de velocidad: los 100 por la mayor diferencia de la Historia, once centésimas, y los 200, superándose a sí mismo y poniendo en duda el límite de la capacidad humana... esta vez, los metros parecen lisos, sin obstáculos, y no lo consideran un mono salvaje sino un ente sobrehumano...

la sudafricana Caster Semenya ha ganado también los 800 con más de un segundo de ventaja sobre sus rivales, y ella tampoco es considerada un mono... sin embargo, según algunos se parece a algo no muy diferente... algunas corredoras a las que ha derrotado con gran ventaja y ciertos periodistas de la prensa la asemejan a un hombre, y la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) ha decidido hacerle pruebas de masculinidad para eliminar esta intolerable ambigüedad...


los controles de género, que empezaron a hacerse a las deportistas para vigilar el dopaje con testosterona sintética, fueron aprobados por el COI en las Olimpiadas de México de 1968... durante aquellos Juegos, dos Americanos, Tommie Smith y John Carlos, alcanzaron el primer y tercer puesto del podio de los 200 metros para orgullo de toda una Nación, récord del mundo para mayor triunfo...

desgraciadamente, al mismo tiempo, dos negros, curiosamente también bautizados como Tommie Smith y John Carlos, se empeñaron en empañar la ceremonia: durante el glorioso himno del país, alzaron sus puños... el COI y la prensa consideraron que aquellos negroides apoyaban a los violentos Panteras Negras, pasando por alto que tanto ellos como la medalla de plata, el australiano Peter Norman, llevaban botones del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos (OPHR), movimiento en contra del racismo dominante en los comités olímpicos...

resiguiendo la ironía, por aquel entonces el COI lo encabezaba el estadounidense Avery Brundage, quien había sido presidente del comité olímpico estadounidense en 1936 y a quien el saludo nazi, políticas "eugenéticas" incluidas, no le había parecido ni la mitad de grosero... eludiendo apoyar un boicot contra los Juegos, expulsó al incitador, Ernest Lee Jahnke, sustituyendo después en los 4x100 a los dos únicos judíos del equipo... Marty Glickman y Sam Stoller fueron reemplazados por Ralph Metcalfe y Jesse Owens quienes, junto a Foy Draper y Frank Wykoff, se llevaron el preciado metal... tras esto, Brundage pasó a formar parte del COI...


Owens, quien no apoyaría el gesto de sus compatriotas treinta años después arguyendo que cuando se abría el puño de un negro había lo mismo que en el puño de un blanco (nada), tuvo más suerte entre los nazis que Smith y Carlos entre los suyos... tras ser expulsados del recinto olímpico en México, ambos sufrieron abusos discriminatorios dentro de "su" país, recibiendo sus familias no cartas de agradecimiento sino amenazas de muerte... hasta el Time les dedico un bonito giro sobre el lema de los Juegos aquellos que representaron en su día la Paz entre países...

Peter Norman tampoco tuvo demasiada suerte... tras aconsejar a Smith y Carlos que compartieran para el saludo el único par de guantes que poseían, pues Carlos había olvidado el suyo, regresó a su continente... opositor de la política pro-blanca contra los aborígenes australianos, sufrió las consecuencias, siendo reprendido por las autoridades y machacado por los medios... en 2006 fallecería de un ataque al corazón... sus amigos Tommie Smith y John Carlos cargaron el ataúd en el funeral...


pese a todo, tres décadas atrás, otro blanco, en este caso teutón, ya había aconsejado a un saltador negro... gracias a las palabras de Luz Long, que bien podría haber sido chino, Jesse Owens se subió a lo más alto del podio seguido del alemán, quien alzaría el brazo en saludo marcial al führer... Long murió durante la Segunda Guerra Mundial herido por los Aliados en Sicilia... póstumamente, se le concedió la medalla Pierre de Coubertin al espíritu deportivo...

el barón de Coubertin fue el fundador de las primeras Olimpiadas modernas en Atenas en 1896 y primer presidente del COI... historiador y pedagogo, apoyó los nobles ideales del deporte, siempre que no hubiera mujeres de por medio... nunca permitió su participación en aquella competición de hombres... en fin, quién sabe, tal vez él no hubiera puesto pegas a que Semenya participase... o seguramente SÍ y sea por eso que Bolt no puede dejar de correr...


Los tiempos cambian

Pensar en la última vez que hiciste muchas cosas y ver que quedan atrás, alejadas como los árboles fantasma de las zonas repobladas, con su geometría estremecedora de filas perpendiculares y puntos equidistantes, recuerdos fríos, aparentemente cercanos pero intocables en el espacio...

¿Cuánto hace que tuviste hipo?
¿Cuánto tiempo hace que corriste sin parar por la calle?
¿Cuánto tiempo hace que te caíste?
¿Cuánto tiempo hace que aguantaste la respiración?
¿Cuánto tiempo hace que te quedaste mirando una mosca?
¿Cuánto tiempo hace que observaste fijamente una bombilla?
¿Cuánto tiempo hace que te atragantaste?
¿Cuánto tiempo hace que te empachaste con dulces?
¿Cuánto tiempo hace que lloraste?
¿Cuánto tiempo hace que vomitaste?

Y sin embargo...

¿Cuánto hace que tienes hipo?
¿Cuánto tiempo hace que corres sin parar por la calle?
¿Cuánto tiempo hace que te caes?
¿Cuánto tiempo hace que aguantas la respiración?
¿Cuánto tiempo hace que te quedas mirando una mosca?
¿Cuánto tiempo hace que miras fijamente una bombilla?
¿Cuánto tiempo hace que te atragantas?
¿Cuánto tiempo hace que te empachas con dulces?
¿Cuánto tiempo hace que lloras?
¿Cuánto tiempo hace que vomitas?

No es lo mismo... desaparece el juego, se quedan las reglas... y las cosas que te pasaban antes, ahora te pasan...