Mindfulness

"Miembra" o "genia" son palabras que el activismo feminista ha introducido de manera sencilla pero eficaz... sencilla porque es algo tan simple, y aparentemente inocuo, como cambiar una "o", que asociamos al género masculino, por una "a", que asociamos al femenino... se ha hecho toda la vida y, sin embargo, han conseguido levantar ampollas y, de paso, señalar lo invisible...

Como antiguo estudiante de filología, los dos términos me pusieron los pelos de punta... pero el oído es maleable y se hace a todo, hasta a esos infinitivos usados como imperativos que nos invitan a suscribirnos en cada vídeo de Youtube... A nadie le suena raro ya hablar de juezas, clientas, dependientas, socias o carteras...

Recuerdo que quise encontrar argumentos lingüísticos contra "miembra"... "miembro" es como "parte"... tanto las piernas como los brazos son miembros del cuerpo, sin distinción... tiré de diccionarios de latín, de etimología... tal vez pertenecía a la cuarta declinación, no sé, algo que justificase mi aversión a semejante cacofonía... ¿pero acaso el activismo atiende a las normas?...

al final, su objetivo es denunciar una injusticia, acabar con ella... la base de nuestro pensamiento es el lenguaje, y si la herramienta con la que articulamos nuestras ideas contiene ya limitaciones que impiden operar como es preciso, urge eliminarlas cuanto antes... ¿por qué "miembro" o "genio" no deberían seguir el mismo camino que "médico" o "presidente"?... ¿y por qué no lo han hecho ya?...

Aunque el lenguaje es materia inflamable, un tema susceptible que levanta la ira de muchos (cada reforma ortográfica, más que una fiesta, es un battle royale), hay casos que irritan más que otros a los expertos de redes sociales... ¿por qué indigna más "miembra" que ERE?... ¿por qué ya nadie gasta saliva en denunciar el cambio de "imputado" por "investigado"?...

Cada vez se adoptan más términos estrambóticos para ocultar la pauperización de nuestras vidas... el extranjerismo, como palabra exótica sin connotaciones, nos invade... job hopping o minijobs para hablar de inestabilidad laboral y los curros de mierda, coliving en lugar de piso compartido porque un sueldo solo no llega, y nesting para referirse a quien, corto de pasta, debe quedarse en casita...

se superan límites más allá de lo aceptable... si tu empresa te impide desconectar en vacaciones, disfrutas de unas merecidas "trabacaciones"... si vives en pareja y decides no tener hijos por falta de recursos, sois unos sinkies (Single income, no Kids)... si comes basura, practicas el "friganismo" (freeganism)... y si eres un menor inmigrante que vive en la calle, no eres una persona sino un "mena"...

Vacían de semántica los problemas y deshumanizan a los agraviados, no sólo introduciendo nuevos palabros sino reestructurando la lógica con la que discurrimos... monstruos como la PNL (programación neurolingüística), cuyo nombre ya suena a distopía orwelliana, o el mindfulness corporativo le dan la vuelta a la tortilla para que asumamos como nuestra, y de nadie más, la culpa de la situación...

No pensamos en negativo porque nuestro bienestar esté cada día más en jaque, sino porque con nuestra ofuscación forzamos que nuestro contexto se torne peor... si mantenemos una actitud positiva, si vemos ventajas en los inconvenientes, mejoraremos nuestra rutina cotidiana, seremos más proactivos, y contribuiremos a crear un espacio más confortable y lucrativo... digo, productivo...

al feminismo no le importa si "ti" lleva tilde o no... aquí se trata romper unas reglas de poder sobre las que la mayoría no hemos reparado porque ni siquiera éramos conscientes de que existían... así nos escuece más que haya "miembras" en el Congreso que haber llegado a la "adolestreinta" siendo esclavos del job-sharing, el cocooning o el biohacking... necesitamos más girl power y menos happy flower...