El hombre impuntual


Siempre ha llegado tarde…

Después de seis meses sin verse, llega veinte minutos tarde…

Hay cosas que no cambian, piensa el hombre puntual…

Cuando aparece, el hombre impuntual explica que le han surgido muchos compromisos con el pasado, que se acumulan en su reloj, que le faltan horas…

El hombre puntual piensa que es normal, hace poco que volvió, todos querrán verle de nuevo…

Hablan, comen juntos, el día es soleado y frío, está más delgado y hay cosas que sí cambian irremediablemente, de manera más irreparable que la talla de pantalones…

Se sonríen y casi lloran…

El hombre impuntual se despide con media hora de retraso respecto a su cita siguiente…

A este ritmo, dentro de diez años, podrá llegar a demorarse más de cinco meses…

Pero el hombre puntual seguirá esperando…

Qué menos por un amigo…

Número 13. Decapitulación

Buscar el ancla en las propias excusas, en la propia escritura, y de[con]struirla…

No olvidar, no servir a la autocomplacencia, no ser onanista por amnesia ni realista por fe…

Declarar que nos aburrimos y tenemos miedo, que me aburro y tengo miedo y que lo hago extensible a todo para no sentirme solo ni desamparado…

Que a menudo borro y no reescribo “hacer cuenta nueva es el cuento de la vieja”…

Que frecuentemente escribo y no reescribo “nunca dejar el pasado en el pasado”: somos lo que fuimos aunque no fuéramos lo que somos, aunque no seamos lo que seremos, aunque nos joda…

Kimveer Gill intenta matar el tiempo y el mundo, y sólo se envanece y desvanece él mismo…

Groucho hace reír y hace llorar a un público que se queda con su oferta al 50%, en concreto, con la primera parte de la parte contratante…

El okupa apaleado no está ya en el periódico, está allá en el recuerdo, estalla en el silencio…

El capnonauta piensa en no dejar el humo sin pensar dónde lo dejará el humo o si el humo lo dejará pensar…

El cronopio se encuentra mareado y no encuentra la llave para salir dentro, para entrar afuera, para ir a dondequiera que quiera, marchar lejos aunque sea a ningún sitio…

Los hongos de protección oficial continúan naciendo en torno a las grandes superfici[alidad]es comerciales, cemento inmutable, inmudable, mudo…

Erik Satie busca sentido en ese silencio, en la música de los ascensores, en el tedio…

y T dio una respuesta, un beso contra un ancla, que no es más que eso pero es más que nada…

Ergo

[etiam] Delenda est Carthago, [etiam] Selecta est Arcadia…

Et tamen

[etiam]

SU-M-US

La musique d’ameublement


Erik Satie, más que un músico es un «preludiador», un preparador de auditores por medio del sonido. […] Para conseguirlo, todo sirve, incluso […] el tedio. El tedio hipnótico de la repetición […], como la de esos ocho compases finales de Vieux sequins et vieilles cuirasses (1913) que se han de repetir 380 veces, o la insistencia de su célebre pieza Vexations, una partitura de sólo 52 compases (estructura, a su vez, repetitiva: A, A1, A, A2) que se ha de tocar 840 veces «suave y lentamente». (La duración de la pieza es de unas 24 horas).

… Música, pues, […] cuidadosamente aburrida […], ya que para Satie el aburrimiento es “profundo y misterioso”.

… La «musique d’ameublement», perezosa y amnésica, […] está en la base de todas las músicas-muzak y todos los hilos musicales que hoy son. Discretos adamismos que nos envuelven a lo largo de nuestra vida cotidiana.


Prólogo de Llorenç Barber a la edición española de Memorias de un amnésico y otros escritos, Erik Satie, Editorial Ardora

Mejorar la rutina

Lunes con T de trabajo...
Martes con T de trabajo...
Miércoles con T de trabajo...
Jueves con T de trabajo...
Viernes con T de trabajo...
Sábado con T de trabajo...


Domingo con T


¿Cuántas casas hay?

veo dos: una dentro y otra fuera: la de dentro contiene el dormitorio, la de afuera es contenida por la calle; en la de dentro se puede ser, en la de afuera se puede estar...

el cronopio desea salir, dejar de ser un dentro-de-mí para estar fuera con los demás. Pero hubo un tiempo en que su deseo era entrar.

para conseguirlo,
tuvo que afirmar: busco casa, busco una casa...
tuvo que reafirmar: quiero una casa, quiera aquella casa, quiero esa casa...
tuvo que confirmar: quiero esta casa, quiero la casa...
tuvo que firmar: vivo en mi nueva casa, vivo en mi casa, vivo en casa...

veo diez casas, veinte casas...

para esto se exige voluntad. Ver no es lo mismo que Ir-a-ver. Ver una casa se puede hacer de reojo, desde un tren a doscientos quilómetros por hora. Para ir a verla hay que desplazarse hasta donde se encuentra y recorrerle las tripas. Pero una vez dentro, devorado, salir es complicado si no has sido completamente digerido…

la progresión está limitada por conjuntos vacíos. Entre ellos dista un camino marcado por la voluntad inicial, el posterior deseo de posesión y, finalmente, la ocupación y asimilación, recíproca en el mejor de los casos…

se repite el proceso, se multiplican las casas, como hongos, se esparcen, pero no irán nunca más allá de donde quieran los que quieren…

veo mil casas, un millón…

veo el silencio en el cemento…


El cuento de la vivienda

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en en dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle.

Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.


Capnonáutica


el capnonauta mira las estrellas desde su sofá cósmico…

observa las luces de colores que parpadean a lo largo de toda la autopista, aúllan los lobos, el viento se levanta en torbellinos atroces, nieblas sureñas…

la bruma, las siluetas del sueño…

un túnel inmenso, inacabable, focos que se siguen formando una línea en la lejanía, un punto en la distancia, un túnel repleto de imanes que repelen su cuerpo, una bala, se mantiene suspendido como en ascensión sagrada, sus cabellos se enredan sobre sí mismos, como hiedras buscan territorios, nada le toca, nadie le toca…

siente el espacio, la totalidad, la abarcabilidad de éste en cualquiera de sus movimientos, la ausencia de gravedad, de peso, flotando en mitad de él como un astronauta, un hombre feliz, un niño feliz, las metas imposibles abrazadas…

y una voz que le dice:
vuelve
y él que responde:
¿para qué?

humo, humo, humo…


A la tercera, van los vencidos

25/10/06. 18:30. Concentración en la plaça Doctor Robert, frente al ayuntamiento, Sabadell. Por favor, informad a todo aquel que pueda acudir. Contra más gente haya, más grande será la noticia.


En episodios anteriores: 29/09/2006. Madrugada del sábado. Calle Montserrat, centro de Sabadell. Según informó Europa Press, sobre las 2:00, vecinos de la zona llamaron al Cuerpo Nacional de Policía alertados por los alborotos que provoca un joven de estética skin. Se acabó deteniendo a un vecino por preguntar a un agente qué sucedía. Le dieron diversas palizas.

http://www.drac.com/cac/200610/20061003.html

Ahora: piden 8 meses de prisión y 4000€ por agresión y desacato a la autoridad (¡¡¿?!!). Se ha convocado una concentración, el miércoles 25 de octubre de 2006 a las 18:30 en la plaza del Ayuntamiento de Sabadell, y una manifestación, para el 5 de noviembre de 2006.

25/10/06. 18:30. Concentración en la plaça Doctor Robert, frente al ayuntamiento, Sabadell. Por favor, informad a todo aquel que pueda acudir. Contra más gente haya, más grande será la noticia.

La insoportable levedad del post


El post nace, apenas crece y ya desaparece…

No tiene tiempo material para desarrollarse ante la necesidad de la novedad y la huida sobrerrevolucionada del tiempo contemporáneo inhistoriable. Es como si el pasado fuera fuego y nos ahogáramos a la carrera por no quemarnos, dirigiéndonos funestamente hacia el futuro y no hacia el presente. Preferimos lo perfecto, y por tanto inexistente (o inalcanzable o inhumano, de acuerdo con las creencias de cada cual), a lo fugaz (o concreto o terrenal o humano o vital). Nos maquillamos, huimos de nosotros mismos, no queremos saber de nuestra muerte, aunque ésta sea la única que se afirma, como un acantilado, en nuestro futuro…

La insatisfacción instantánea nos ofrece placeres cuantitativa o temporalmente insuficientes. En el consumismo, que se consume a sí mismo, nos devoramos: la vanguardia, y la retaguardia al aire…

Entonces surge el aburrimiento, porque nuestras vidas se han convertido en esa incapacidad de autocomplacencia total, sentadas ellas “hoy” tranquilamente, mientras nosotros las esperamos incansablemente “mañana”. Kimveer Gill (o los chicos de Columbine o el asesino de Lennon) en sus matanzas suicidas por una portada en el diario del día siguiente…

Nos retroproyectamos hacia el interior porque el exterior ha sido vetado: la autoridad autoritaria sin autor y lo público privado –de aire, de libertad, de Nosotr@s (¿existe un “nosotr@s”?). Nos hundimos en nuestro interior, a través de nieblas sureñas o caminos nevados o redes virtuales, nos perdemos en la vastedad del Yo (¿quién es ése?) creyendo que buscamos Algo cuando más parece que huimos de Él (¿acaso no serán tod@s la misma persona?)…

Y así, ciudades y ciudades y ciudades…

You’re not my V.O.S. (Versión Original con Subtítulos)

29/09/2006. Madrugada del sábado. Calle Montserrat, centro de Sabadell. Según informó Europa Press, sobre las 2:00, vecinos de la zona llamaron al Cuerpo Nacional de Policía alertados por los alborotos que provoca un joven de estética skin.

El agredido

El vecino de la casa okupada “La cantonada” observa cómo los agentes se sitúan cerca de su vivienda. Se acerca y les pregunta cuál era la razón de su presencia en la zona. Le preguntan de dónde es vecino y señala la casa okupada. Le piden la documentación, él pregunta por qué y ellos se la vuelven a pedir. Al volver a preguntar la razón, lo cogen por el brazo y le empiezan a pegar. Atado de pies y manos, es introducido en un coche patrulla, que arranca pese a que varios vecinos se colocan delante…
En la comisaría, pide el habeas corpus [declarar delante de un juez para que decida si la detención ha sido legal]. La respuesta es un tortazo en la oreja que le arranca el pendiente, produciéndole sangre. Es obligado a desnudarse y a hablar en castellano.
Finalmente, la policía acepta el habeas corpus…
Lo trasladan al hospital del Parc Taulí donde le hacen una revisión y, posteriormente, es llevado delante del juez. Es asistido por un abogado de oficio. El juez desestima la reclamación y lo deja en libertad con cargos por resistencia, desobediencia y atentado contra la autoridad, acusado de haberse enfrentado a la autoridad. Él niega haber ejercido ningún tipo de violencia contra los agentes y los denunció por detención ilegal y maltratos…

Del artículo de Daniel Buendía en el diario Més Sabadell, 03/10/2006

La comisaría

Una patrulla se desplaza al lugar y comprueba que en efecto hay un sujeto que ha roto dos espejos retrovisores de dos coches. Entonces, se acerca el vecino de la casa okupada metiéndose con los agentes. Le piden que se aparte pues entorpece la acción policial. Él les dice que son unos "tocacojones". Le piden la documentación pero se niega. Intenta marcharse pero es agarrado por el brazo por un agente. Al intentar zafarse, provoca la caída del funcionario al suelo. Se decide su arresto. Se resiste y se tira al suelo con el fin de que no le esposen. Entre varios agentes lo reducen y maniatan…
En comisaría (4:30), se concentran unas 70 personas exigiendo la libertad del detenido y profiriendo insultos contra la Policía. El comisario se entrevista con los padres del detenido, a los que pide que colaboren para disolver la concentración…
A las 5:00, el plante termina y el detenido puede ser trasladado al Hospital de Sabadell a las 5:30, ya que con la concentración no era aconsejable. El detenido solicita el habeas corpus, razón por la cual no se le deja marchar de las dependencias policiales hasta la cita con el magistrado, prevista a las 9 de la mañana. Su comparecencia dura hasta las 14 horas del sábado. En los Juzgados, el detenido causa daños en un ordenador, por lo que el juez abrió diligencias contra él. Posteriormente, queda en libertad con cargos…

De la Redacción del Diari de Sabadell, 03/10/2006

El tercero en discordia

El joven que produce alborotos en la calle Montserrat es detenido por la policía. Queda en libertad en menos de 20 minutos y al salir de la comisaría se encara con el grupo de personas que se habían desplazado allí pidiendo la libertad del vecino de la casa okupada…

De la Redacción del Diari de Sabadell, 03/10/2006

Los titulares

“El consistorio pide esclarecer la presunta agresión policial a un joven sabadellense”

“Un okupa denuncia haber sido agredido por la Policía Nacional”



Groucho tenía más gracia

29/09/2006. Joven apaleado, encarcelado y juzgado por la policía sin haber cometido delito alguno…


El primer paso fue el miedo. Había que generar la desconfianza, hacer pensar que el Otro existía, el Desconocido, el que te quiere mal…

El segundo paso fue ofrecer protección contra el peligro. Ya se había creado un ejército para defender y controlar…

¿Para defender a quién? ¿Para defender de qué?

Parafraseando a Groucho Marx, “Señor, le propongo un trato: me ofrezco para hacerle de guardaespaldas por un módico precio. Es más, me ofrezco para atracarle y defenderle yo mismo, así se ahorrará el 50%. Después de que le atraque, me avisa y vengo a defenderle. ¿Qué le parece? ¿Trato hecho?”.

Citando a Orwell… bueno, mejor abrir 1984 por cualquier página y llorar…

La noche del viernes 29, un vecino de la calle Montserrat de Sabadell sale de casa al oír ruido. Por lo visto, un joven presuntamente de ideología ultraderechista que ya había intimidado y agredido anteriormente a los vecinos de la zona está provocando alboroto. La policía nacional está allí. Al salir el vecino y preguntarle a uno de los policías qué sucede, éste le mira y le pide la documentación. El vecino se niega alegando que él no ha hecho nada. Seguidamente, varios policías se le tiran encima, le dan una paliza y lo detienen. El vecino pasa doce horas detenido recibiendo malos tratos. En la vista, le acusan de resistencia, desobediencia y atentado contra la autoridad. A la salida de los juzgados, el maltrato sufrido es evidente. Tiene el cuerpo lleno de hematomas y contusiones…

La pregunta entonces… ¿Le podría haber pasado esto a cualquiera? ¿A cualquiera con cualquier pinta?...

Para mis afueras, para mis adentros...

30/09/2006, 18:00. Manifestación por una vivienda digna.


La ciudad se acaba, las afueras comienzan, un campo de fútbol y un edificio en mitad de un mundo que se desdibuja, que borramos, un inmenso bloque cúbico que anuncia que las fronteras invisibles de la urbe se amplían sin cesar pero que, sin embargo, se queda solo, se deja solo, solitario, como abandonado en el borde de un abismo perpetuo… Rodeado pero solo…

Y vive gente… Lo ocupa gente… Lo llena gente…

Nos regañan porque no podemos hacer Fuera, porque tenemos que hacer Dentro, porque Fuera es de Todos, por eso Ninguno podemos hacer Nada; para no molestar a Nadie, mejor Dentro, que es de Uno, aunque se lo tenga que pagar a Otro...

Celdas del panal de la colmena, cajas chinas, muñecas rusas: habitaciones que nos habitan, apartamentos que nos apartan, pisos que nos pisan, plantas que nos plantan, nos desplantan y son un planto –echar raíces–, edificios que no edifican en absoluto…

La “habitación” se define como una “servidumbre personal”, y la “sevidumbre” como “derecho en predio ajeno que limita el dominio en este y que está constituido en favor de las necesidades de otra finca perteneciente a distinto propietario, o de quien no es dueño de la gravada”…

¿Pero quién o quiénes o qué vetó la acción más-allá-de-la-habitación? ¿Quién o quiénes o qué separó los Adentros de los Afueras? ¿Y cómo se hizo? ¿En qué instante los muros de un edificio dejan de ser Fuera para convertirse en Dentro? ¿Cuándo un edificio deja de ser tal y se convierte en una vivienda? ¿Vivienda de negros o merienda de negros? ¿A quién pretenden tomar el pelo?

Ejercicio: Reléase el texto sustiyendo la palabra “edificio” y similares por “cuerpo”. Fíjese en lo jodido que está todo.

El Ángel del Aburrimiento


En “Bowling for Columbine”, Michael Moore puso a la población canadiense como ejemplo de sociedad que vive sin miedo, sin todas las fobias y paranoias que conducen a los estadounidenses a descerrajarle un tiro a cualquiera que pase demasiado cerca...

Sin embargo, Kimveer “Ángel de la Muerte” Gill, de 25 años, de Montreal, entró en la escuela universitaria de la capital y mató a una profesora e hirió a 19 compañeros para luego ser convertido en un colador por la policía...

Si Kimveer Gill no tenía miedo, me pregunto qué coño tenía...

Kimveer Gill confesaba en internet que “el trabajo, la escuela, la vida” (trabajo y escuela, ése era su resumen de la vida) eran “una mierda”...

¿Pero por qué una mierda? ¿Porque no tenía dinero para vivir? Esto es cuestionable si, como las fotografías nos muestran, poseía la pasta necesaria para adquirir un ordenador con webcam a través del cual colgar sus fotos digitales, acompañado de rifles, machetes y demás hardware bélico...

Siempre podía haber vendido toda esa mierda para comer, o directamente haberse pegado un tiro para dejar de pasar hambre...

Aunque tal vez, pegarse un tiro no le parecía que descargase suficiente adrenalina, o si la descargaba, que tendría poco tiempo para disfrutar del chute...

Mejor ir a matar, a cazar conejos, o mejor, humanos, verlos correr, ver las escenas de las películas o los cómics (siempre, siempre los cómics) o los videojuegos como “Super Columbine Massacre” o la Biblia o la Ilíada, sintiéndolas más cerca, más REALES, oler la peste a sangre y oír los gritos agudos de las ratas del miedo reventándole los tímpanos entre cañonazo y cañonazo...

Desatar adrenalina, sentirse vivo, abandonar el hastío, la rutina insoportable, “el trabajo, al escuela, la vida”...

Es muy posible que Kimveer Gill también fuera un tarado, que naciera chalado perdido o se volviera así o lo volvieran o lo convirtiéramos...

Pero en una sociedad como la occidental, donde todo está reglado y organizado, donde todas la paredes nos parecen acolchadas, donde parece que no podamos hacernos daño pero donde nos lo hacemos aunque lo olvidemos pronto, donde nos han hecho creer que la incomodidad es horrible y la comodidad sumamente fantástica y que debemos aislarnos lo máximo posible para que no puedan robarnos o ocupar nuestro hueco en el sillón (un sillón de Ikea, por cierto), en esta sociedad y en este sillón, digo, es extremadamente fácil encontrarse solo, sin nada que hacer, aburrido, zombi sin sueño a las tantas del mediodía cuando, con el mando a distancia, enciendes la tele y no dan absolutamente nada que valga la pena...

Entonces nos agarramos a lo que sea para sentirnos vivos, y follar, francamente, está bastante complicado últimamente...

De amor y miedo


Me abrazo a T...

a su cuerpo cálido y desnudo…

me aferro y me aprieto en mitad de mi tormenta como un naúfrago a su cuerpo, que me recibe y me acoge con ternura y silencio…

Miro el paisaje enloquecido que aúlla a mi alrededor y me agarro con más fuerza para no moverme del sitio…

y sin embargo, imagino que las olas me arrastran, me engullen y me alejan de su totalidad, que poco a poco es un punto en el horizonte pero un gigante en mi memoria, e imagino que despierto, aturdido, en la orilla de una isla nueva y extraña por descubrir, y me levanto y empiezo a caminar…

Entonces me pregunto cuáles son realmente las opciones, si también, cobarde, egoísta, el maremoto podría arrastrarnos a ambos en mitad de mi remolino salvaje…

T me dirige su mirada más seria, más fría, más distante, como si me escrutara desde el otro polo del mundo a través del océano insondable, y luego se inclina hacia mí, se acerca tanto que su respiración me quema en el cuello, y me susurra…

Tú eres el ancla…

A ningún sitio pero que sea lejos

A ningún sitio pero que sea lejos...

frase genial de El Roto...

un tipo antes de subirse a un autobús de Transportes Utopía...

en el Libro de los Desórdenes...

regalé el libro, me quedé sin libro...