03. La ley

Al comisario no le gustan las multitudes… odia a la gente que se mete donde no le llaman en vez de construirse una vida propia… los peores de todos son los periodistas…

Se adelantó a los demás para ser el primero en inspeccionar el cadáver… está claro que murió asfixiado, debieron de ahogarlo con el cojín marrón que había en el suelo… dado el terrible estado físico del sujeto, no pudo ofrecer mucha resistencia… el sofá donde se hallaba estaba tapado casi en su totalidad por ropa sucia, excepto el reposabrazos izquierdo, a los pies del cuerpo, que estaba descubierto, como si hubieran retirado algo, ¿pero qué?… la puerta estaba abierta y no había sido forzada… había un par de huellas de deportivas en el suelo… ¿le abrió la puerta la víctima a su verdugo o éste entró con su propia llave?... No cabe duda de que se conocían…

El edificio es el lugar adecuado para una demolición: un bloque de viviendas viejo, con problemas de aluminosis, de un gris ennegrecido por la polución, como la mayoría de barracas verticales de la maldita ciudad… todo se cae a pedazos y no ve más que tantos por cientos de más en las salas de negociaciones… los escasos vecinos, en su mayoría inmigrantes, apenas pueden responder en su idioma y menos aún mudarse… al verlo, pensaron que iban a ser deportados…

La hora de la muerte debe de estar comprendida entre las dos y las cuatro de la madrugada… todos aseguraron que dormían… en sus pies no vio ningún calzado que se ajustara a las huellas de la escena del crimen… Hubo una puerta en la que no contestaron… La alfombra de bienvenida era nueva… tal vez no estaban, eso les libraría de culpa… sin embargo, oyó ruidos dentro y pasó una nota por debajo de la puerta…

Cuando volvió, el interior seguía tan increíblemente cargado que tuvo que abrir la ventana… cuando vio el humo empezar a salir, se dio cuenta de su error… Trató de cerrarla pero las bisagras se retorcieron de tal manera que fue imposible… los fisgones empezaron a apiñarse frente a la fachada, siguiendo la humareda gris… mientras se disponía a marchar de allí, pudo reconocer bajo el cuerpo de la víctima, la esquina de la fotografía de una mujer… A lo lejos, las sirenas de los bomberos y de la policía empezaban a sonar…


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5 comentarios

Madame Blavatsky dijo...

Guau!
Un comisario que actúa al margen de la ley??
Un asesinato!!!!!!!!!!

quién será el culpable?
Es la víctima el capnonauta?

hatsue-san dijo...

Es el capnonauta?
quién coño es el comisario??? Dios!!!

No entiendo mucho, pero enganchar engancha!

Madame Blavatsky dijo...

Bueno sí, pero queremos más pistas... más caracterización!!!!!

Anónimo dijo...

La caracterización es la que es, y lo que tenga que salir, saldrá. Además, ya está todo escrito. No se puede cambiar el destino. XDDDD

Y visto lo visto, el siguiente será uno de "Crea tu propia aventura", que parece que os quedó esa nostalgia de los 10 años. XDDD

Madame Blavatsky dijo...

¡¡¡¡Hostia, eso me encantaría!!!!

Reconozco que, también, me gusta la autoridad del autor, que para eso se llama autor(idad). Así que lo que venga, bueno será, aninunsitio, era sólo para animar el cotarro. ¡¡¡¡Que la gente está de vacaciones!!!!

Pd: perdón por lo de hostia.