la blanca y fría memoria cuando el olvido la cubre, belleza sin remordimientos, felicidad sin pasado, un presente donde es todo nuevo y sorpresa, sin reconocer las caras, avanzamos narcotizados en el vacío de la psique... a nuestro alrededor azota la tormenta y el tormento, los que dejamos atrás, cuerpos congelados, tristeza líquida resbalando por el impermeable...
pero llegará la primavera y el deshielo, y las siluetas retorcidas volverán a dibujarse dentro de nuestros ojos ingenuos... las pupilas volverán a enfocar disipando la niebla y el sol quemará de luz los bancos y las cajas vacías y la hierba que nace... los árboles empezarán a brotar de verdades, los pájaros romperán el silencio... el mundo ante nosotros, desnudos y ateridos...
pero llegará la primavera y el deshielo, y las siluetas retorcidas volverán a dibujarse dentro de nuestros ojos ingenuos... las pupilas volverán a enfocar disipando la niebla y el sol quemará de luz los bancos y las cajas vacías y la hierba que nace... los árboles empezarán a brotar de verdades, los pájaros romperán el silencio... el mundo ante nosotros, desnudos y ateridos...
1 comentario
Curiosamente, porque ya ni lo recordaba, hace ocho años copiaba un fragmento de la novela Oblómov de Goncharov también sobre el manto blanco del invierno: https://aningunsitio.blogspot.com/2010/03/nieve.html
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