Hecha la ley

En 2018, una terrible violación grupal mediatizada del modo más aberrante posible tuvo respuesta, una vez más, en una oleada feminista que esta vez no pudieron desacreditar... hay sucesos que la mayoría ya no es capaz de tolerar, y eso es fruto del trabajo constante de asociaciones y colectivos de mujeres...

Ese mismo año, el Grupo Parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea registró una proposición de ley que buscaba traer soluciones a este problema endémico... con su llegada al Gobierno de coalición en 2020, la promesa de endurecer las penas para violadores y blindar el "solo sí es sí" se convirtió en una condición sine qua non para apoyar la presidencia del Partido Socialista...

La cartera de Igualdad pasó a manos de la formación morada pese a las reticencias internas dentro del PSOE, dados los roces ideológicos en materia de feminismo entre Carmen Calvo e Irene Montero... la ley fue aprobada en agosto de 2022, tras catorce meses de debates y ataques entre ambos partidos... desde el sector de Montero se criticó la actitud reaccionaria y machista que había intentado tumbarla...

Su entrada en vigor, sin embargo, vino acompañada del efecto contrario... al aunar abuso y agresión sexual bajo este último término, las penas mínimas se reducían, y esto ha permitido la revisión a la baja de no pocas condenas de acuerdo con el sistema garantista español que se guía in dubio, pro reo, es decir, "ante la duda, a favor del acusado"...

Desde el equipo de Montero han denunciado que los jueces no están aplicando los agravantes... desde entonces, una lluvia de lodo ha caído sobre la ministra, como si ella sola hubiera aprobado la ley... ¿pero ha sido inoperancia, o una estratagema para hundirla?... ¿acaso una mezcla de todo?... sea culpa de Maquiavelo o de Michael Scott, el resultado no cambia: 978 condenas acortadas y 104 excarcelaciones...

Cinco meses antes de la proposición que sería el germen de esta ley, la agrupación de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea presentó otra sobre la protección jurídica de las personas trans y el derecho a la libre determinación de la identidad sexual y expresión de género... sería esta la que originaría el enfrentamiento entre Calvo y Montero, es decir, entre feminismo clásico y transfeminismo...

El primero quiere eliminar el género, una etiqueta social que impone roles al sexo, pero no cuestiona la división biológica entre hombre y mujer... el segundo, influenciado tanto por el activismo LGTB como la teoría queer, rechaza cualquier clasificación de los individuos en categorías universales y fijas,  incluyendo el sexo... así, "ser mujer" o "ser hombre" depende del juicio y el sentir de cada quien...

La conocida como "Ley trans" entró en vigor el pasado 2 de marzo de este 2023, otorgando así la libre autodeterminación sexual para mayores de 16 años sin necesidad de presentar informes médicos... Este cambio, que busca facilitar la vida de las personas transgénero, ha sido duramente criticado por el feminismo clásico, pues lo considera la primera piedra para el borrado de las mujeres...

Este feminismo se ha esforzado en crear espacios seguros para las mujeres dentro de una sociedad patriarcal que es agresiva con ellas... De acuerdo a sus argumento, estos lugares, junto con otros como pueden ser la categoría femenina en el deporte y otras esferas únicamente restringidas a ellas, se ven amenazados con esta aparentemente inocua modificación... 

Las feministas clásicas, tachadas de TERF (trans-exclusionary radical feminist) por las transfeministas, no han tardado en hacerse eco de las desalentadoras noticias que han aparecido al respecto... desde los seis reclusos en Asturias al abusador sexual en Málaga que han tramitado su cambio de sexo para ser transferidos al módulo de mujeres...

Las leyes que venían al rescate, han resultado ser peligrosas trampas... Tras su aprobación, parece que hay menos rincones seguros para ellas, que pueden acabar no sólo compitiendo contra alguien físicamente muy superior, sino, peor aún, encerradas junto a aquel que es capaz de violarlas...

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