Absentes

Ceci n'est pas un Mondrian

Otras elecciones más, el partido mayoritario ha vuelto a ser, pese a la perdida de apoyos, Abstenciones... Frente a los más de once millones de 2011, los 9 208 429 de este año conforman el 26,8% de la población con derecho a voto, cinco puntos porcentuales menos que hace cuatro años...

Otra vez, algunos de sus miembros se mofan de aquellos que fueron a las urnas para toparse con una nueva victoria del Partido Popular, debilitado pero desmarcado con más de siete millones de votos y 123 diputados... la pérdida de 63 representantes en el Congreso no le ha impedido refrendar su mayoría absoluta en el Senado...

Muchos votantes vuelven a expresar su disconformidad con la dispar cantidad de votos que necesitan unos partidos y otros para conseguir asiento, pese a que las reglas se sabían con anterioridad... ¿pero hay acaso otra manera de cambiar las leyes si no es desde dentro, si no es con un caballo de Troya?... ¿se puede repetir tal Azaña o es simple y biensonante épica homérica?...

Los que se niegan a votar, por voluntad y no por incapacidad, asumen que no, que el sistema es un engaño y las cosas se deben tomar por la fuerza... ¿Pero cómo conseguir concentrar ese poder si el presidente regente, tan ausente como ellos en la campaña electoral, ha conseguido alzar el conservadurismo de su partido sin mover un dedo?...

Nuestra cultura ensalza el eslogan del "No cambiaré nunca" como señal de integridad y fidelidad a uno mismo sin apreciar el inmovilismo, el miedo y la mentira que conlleva... Si no es posible convencer a parte de los votantes afectados por la medidas tomadas por un ejecutivo ejecutor, ¿cómo lograr que la gente se alce en armas, que arriesgue directamente su integridad no lógica sino física?...

Es más, siendo una mayoría tan aplastante año tras año, ¿qué hacen sin organizarse y encabezar la revolución?... Lo cierto es que entre ellos hay tanta dispersión como en la Izquierda política que acaba, por esa inercia de los roces, micronizando sus papeletas...

Amalgaman a los que no han podido por razones administrativas, legales o sanitarias, a los que no han querido y a los que pasan... En la nolición, que no involuntariedad, centro de acogida de los despistados, están los que no encuentran quien les represente y los que directamente no confían en el sistema...

Muchos de estos últimos, por una falacia de polarización, consideran que si su abstención es oposición a lo establecido, el voto es respaldo incondicional, cuando en esa generalización se encuentran los que afirman que el cambio, o parte necesaria de él, sólo es posible desde dentro, sea porque los muros se consideren inexpugnables, sea porque un ejército se vea inviable o indeseado...

Hay también una culpabilización y una autoexculpación recíproca: el que acusa a los ausentes de no sumar fuerzas a favor del cambio pero considera su cuota de lucha anual completada ese día y el que reprocha a los votantes mantener el sistema opresor como borregos pero cree que sus manos permanecen limpias e inocentes por no haber tocado una papeleta...

No soy ecuánime... la abstención es sistemáticamente ignorada... del mismo modo que las élites tienen el reglamento a su favor (y en él, quien no ejerce su derecho no cuenta), se aprovechan de esa ausencia para rellenarla de "mayorías silenciosas" que les dan la razón...

Los votos, por su lado, encauzan los pasos o marcan el ritmo pese a que el camino esté cercado... a muchos eso les sabe a poco o a demasiado lento... la cultura del zapping y del tuit hace que la fibra óptica no nos haya hecho regulares, veloces e informados sino diarreicos, ansiosos y miopes...

Limitar la participación democrática a una fecha señalada, unos comicios o a una huelga, es nuestra condena... ignorarlos, otra... Somos vagos e inconscientes y hay que luchar contra ello... Aun explotados y agotados, hay que encontrar la firmeza de no vivir desde la ausencia y avivar desde el presente...

Si no votas, al menos que no quede sólo en tu muro de Facebook... Si votas, no te quedes sólo en el gesto...