El estado de la materia

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana
cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada
fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra,
toda Europa queda disminuida,
como si fuera un promontorio;
o la casa de uno de tus amigos; o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla;
la muerte de cualquiera me afecta,
porque me encuentro unido a toda la humanidad;
por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas:
doblan por ti.

Devociones para ocasiones emergentes

John Donne, 1647

El logro de interconectar gran parte de un planeta bajo una red de comunicaciones ha traído, escasamente, insuficientemente, a penas, la globalización de los mercados... la génesis de una conciencia total de la Humanidad es, constantemente, empujada por el triturador nacional y económico para regurgitar los hilos cárnicos de un totalitarismo de marionetas...

Siempre están los otros, los pobres, las amenazas a los puestos de trabajo, la precariedad sucia, los idiomas babélicos, el miedo e, incluso, el terror... Es cierto, no todo el mundo marcha a la misma velocidad, no todos los calendarios marcan el mismo año, no todos cagamos igual... Hay grietas y hay abismos culturales, hay tazas de loza y hay agujeros en el suelo...

La ingenuidad maniquea los microniza y el cinismo fronterizo los alimenta... En el mapa geopolítico, Siria o Ucrania no son países sino puntos estratégicos que pueden cambiar de estado, de sólido a gaseoso, en inapreciables pestañeos que duran despreciables décadas de ceguera... Su lacrimosa liquidez en asuntos de armamento militar resulta devastadoramente inagotable...

Guerra civil en el este de Ucrania

Los socios comerciales no han objetado nada en contra de la supresión de derechos civiles en los territorios porque las transacciones han seguido produciéndose con planificada normalidad... El undívago vaivén de la situación ha sido un espejismo de muda estabilidad que se ha deshecho en la corrosiva salinidad de un araliano mar de llantos al que le habían cerrado el grifo informativo y humanitario, y ahora revienta...

Estados Unidos, en su apoyo al crudo fundamentalismo saudí, ha permitido que el petrodólar mejorase el armamento de los opositores de al-Asad y las equipaciones deportivas europeas... Rusia, en su infinito soporte a la libertad de los ciudadanos, ha defendido la independencia de Crimea y de la carbonífera Donetsk mientras amenaza con otro holodomor, en este caso de gas, al país eslavo...

En esta tesitura, el Euromaidán o la Primavera Árabe, pretendidos cantos a la libertad de expresión y unión de la población, caen en la cada vez más creíble conspiración de ser movimientos teledirigidos y agitados por intereses ajenos al bien común, azuzados por el beneficio privativo y avaro de las naciones y multinacionales que anhelan controlarlo todo...

Guerra civil Siria

En medio de ellas, una hanseliana Europa ha estado recogiendo migajas a ver qué rebañaba hasta que se ha encontrado con que los cuervos se las habían comido y sólo quedaba un rebaño de fieles a la espera de santísima caridad y no divino castigo... por lo visto, no oyeron las sirenas de los bombardeos hasta que los casquillos de los tiroteos empezaron a chocar contra sus alambradas...

El fracaso del Viejo Continente es el fracaso de la globalización... la Eurozona se ha formado como mercado y no como cohesión de políticas y objetivos... ha funcionado mientras la adición de nuevos miembros ha mantenido el crecimiento de presentes y futuros negocios sin pensar en su sostenibilidad, del mismo modo que la economía liberal juraba que se autorregularía sola sin necesidad de intervencionismo...

Ahora, cada estado barre para casa... nadie confiesa que sabía lo que sucedía, que son cómplices y accionistas, y aseguran que no se puede acoger semejante oleada de problemas, de daños colaterales, como si no fuera una marea de personas la que desborda... tenemos una sociedad enfrentada entre abrir los brazos o cruzarlos mientras los de arriba apenas fingen mover algún dedo...

Por mucho que deseen que la actualidad de Siria se sume al silencio de Ucrania y todo quede enterrado como tantos, esta vez las aguas no volverán a evaporarse sólo con informes de papel mojado o gélidas cumbres de presidentes, ni siquiera con gases lacrimógenos o porras... Esta vez habrá que hacer algo más que conjeturas ambiguas y condolencias de teleprompter, y encarar el estado real de la materia...