Desde hace doce meses y en dos medias docenas con cada vez menos huevos... prueba de cómo marchó 2012 con las manifestaciones y lo sustituyó este trece en la perfección docenaria de la bandera de una Europa a lomos de toros ya ni blancos ni olímpicos ni geométricos... más bien negros, de muerte, como ciertos son los toros...
metamorfosis de doce estrellas a doce nadas, a bobos bóvidos cornudos pillados por sí mismos con testuz presente y rodilla hincada ante los logotipos... en esta santa cena hay un insulto perpetuo de fallas constantes, incendio que lo quema todo sin que nadie levante el trasero ni lo mueva a la espera de que llegue su plato...
siguen tragando mientras el público traga bicéfalo, tricéfalo, dodecacéfalo como diáspora de tribus, con más cansancio que unión, hartazgo, desorganización, agonizantes... entre los que huyen al relax del olvido mientras la tempestad arrecia fuera y los que siguen las normas como raíles hasta la curva...
los que viajan o mudan sin encontrarse, sin dejar de oír el ruido en los muros, pero que se acostumbran a ver flotar cetáceos en tornados de fuerza doce... mucho aire pero irrespirable, y hasta que lo cobren... caerán toneladas de carne cuando el aire acabe porque las ballenas no vuelan, sólo se enredan en red de portería como gol descuadre...
y luego, los que luchan para su descrédito por el de todos en este erial sin grial, de pe a PAH, de Manning a Snowden, criminalizados por los delincuentes, espías de espías, ladrones de ladrones sin siglos de perdón... maestros impagables contra políticos docenales, putas de calle contra putas de banco, perros contra lobos y lobbies...
contra la herejía docética donde se niega el sufrimiento de esta crucifixión, contra la sinfonía dodecafónica que desconcierta y agota a la audiencia... luchadores en la masa, malacostumbrada a la facilidad del mando a distancia y el control remoto, siguen en pie, por la dignidad y el derecho, contra la indocencia y el adocenamiento...
metamorfosis de doce estrellas a doce nadas, a bobos bóvidos cornudos pillados por sí mismos con testuz presente y rodilla hincada ante los logotipos... en esta santa cena hay un insulto perpetuo de fallas constantes, incendio que lo quema todo sin que nadie levante el trasero ni lo mueva a la espera de que llegue su plato...
siguen tragando mientras el público traga bicéfalo, tricéfalo, dodecacéfalo como diáspora de tribus, con más cansancio que unión, hartazgo, desorganización, agonizantes... entre los que huyen al relax del olvido mientras la tempestad arrecia fuera y los que siguen las normas como raíles hasta la curva...
los que viajan o mudan sin encontrarse, sin dejar de oír el ruido en los muros, pero que se acostumbran a ver flotar cetáceos en tornados de fuerza doce... mucho aire pero irrespirable, y hasta que lo cobren... caerán toneladas de carne cuando el aire acabe porque las ballenas no vuelan, sólo se enredan en red de portería como gol descuadre...
y luego, los que luchan para su descrédito por el de todos en este erial sin grial, de pe a PAH, de Manning a Snowden, criminalizados por los delincuentes, espías de espías, ladrones de ladrones sin siglos de perdón... maestros impagables contra políticos docenales, putas de calle contra putas de banco, perros contra lobos y lobbies...
contra la herejía docética donde se niega el sufrimiento de esta crucifixión, contra la sinfonía dodecafónica que desconcierta y agota a la audiencia... luchadores en la masa, malacostumbrada a la facilidad del mando a distancia y el control remoto, siguen en pie, por la dignidad y el derecho, contra la indocencia y el adocenamiento...
1 comentario
Si el 12, siendo número de la perfección, fue como fue, el 13 no augura nada mejor.
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