Ahora temen el odio, ahora lo sacan a pasear, a exigirle urgencias al elector medio: es TU responsabilidad... ¿nadie lo preveía?... ningún traje hace más que poner parches, y ninguna corbata hace otra cosa que servir de soga... la injusticia campa a sus anchas, vuelve a asomar la cabeza el fascismo y barre como ya lo hiciera antaño...
La historia se cicla pero no se fortalece, se deforma de manera monstruosa para poder ocultar los tumores todavía inflamados del pasado, disimulados con spray autobronceador para lucir bien en la pasarela del progreso... ¿no véis cómo avanzamos?... ¡nuevos móviles, más grandes, más rápidos, más caros!...
¡Pero el mismo precipicio!... El radio de acción se expande como el número de caídos sin combate, y los que trazan el círculo creen que el compás nunca se volverá para clavarse en sus ojos... de otro modo, dejarían de estar tan ciegos: cambiarían, no para seguir jugando con las mismas reglas, sino para arreglar este tablero desigual...
No les importa, su sorpresa es fingida, su rumbo inalterable... aprovechan la casilla de la muerte para avanzar y los dados trucados para saltarse la celda de la prisión, mientras las dentelladas están ahí abajo, entre urnas de plástico y SMI, símbolos y enseñas, filas kilométricas de hambre por unos míseros escupitajos, ...
¿Y si, a base de mentiras, ya nadie cree que viene el lobo?... No hay flores espontáneas, de todo lo sembrado viene la raíz de lo que está por llegar... tan acostumbrados a la fantasía de que todo se soluciona por sí solo, laissez faire laissez mourir, los acontecimientos se repiten una y otra vez en una paulatina extinción de la luz al final del túnel...
La historia se cicla pero no se fortalece, se deforma de manera monstruosa para poder ocultar los tumores todavía inflamados del pasado, disimulados con spray autobronceador para lucir bien en la pasarela del progreso... ¿no véis cómo avanzamos?... ¡nuevos móviles, más grandes, más rápidos, más caros!...
¡Pero el mismo precipicio!... El radio de acción se expande como el número de caídos sin combate, y los que trazan el círculo creen que el compás nunca se volverá para clavarse en sus ojos... de otro modo, dejarían de estar tan ciegos: cambiarían, no para seguir jugando con las mismas reglas, sino para arreglar este tablero desigual...
No les importa, su sorpresa es fingida, su rumbo inalterable... aprovechan la casilla de la muerte para avanzar y los dados trucados para saltarse la celda de la prisión, mientras las dentelladas están ahí abajo, entre urnas de plástico y SMI, símbolos y enseñas, filas kilométricas de hambre por unos míseros escupitajos, ...
¿Y si, a base de mentiras, ya nadie cree que viene el lobo?... No hay flores espontáneas, de todo lo sembrado viene la raíz de lo que está por llegar... tan acostumbrados a la fantasía de que todo se soluciona por sí solo, laissez faire laissez mourir, los acontecimientos se repiten una y otra vez en una paulatina extinción de la luz al final del túnel...
No hay comentarios
Publicar un comentario