Stein um Stein


Bajo las piedras, sobre las piedras,
bajo los huesos, sobre los huesos,
entre los huesos, entre las piedras...

la tierra, los zapatos, las palas, los picos, los carros, la gente, la muerte, la vida, la carne, los gritos, los llantos, los himnos, las guerras, banderas, LAS MANOS LAS MANOS LAS MANOS...

en Japón ha muerto Toru Arakawa, un jubilado que tras leer una noticia en un diario nipón sobre los trabajos de la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) se marchó a España con el recorte del artículo y una foto de Santiago Macías, uno de los fundadores de la iniciativa... tras una inesperada y sui generis aparición, le proporcionaron casa y comida mientras ayudaba sin pedir nada a cambio en diversas exhumaciones, un total de veintidós a lo largo de los veranos que acudió a Galicia para cooperar en las labores de recuperación... desde 2006, este ex profesor de inglés de casi 70 años, interesado por la lengua española y la guerra civil, trabajó duramente en las fosas comunes con una idea muy clara, tan clara que nos ciega en nuestra ignorancia...




y mientras en la otra punta del mundo ese hombre se va para siempre, la bota de Europa se llena de un rarefacto vino que finge ser sangre de Cristo, calabriada que busca diluir bajo su blanco suelo el tinte que lo siembra, mejunje peleón que apalea hasta matar si es necesario, hasta que se sometan o revienten... que ya no existe la esclavitud porque nadie ve a las putas ni nadie ve a los que se agachan ni a los que andan a ras de polvo... sus cuerpos desterrados caminan como sombras debajo de las suelas de los rosarnosos que pisan con la barbilla bien alta, que no la frente, descalabrados, aplastados ya no en el olvido sino en la vida, huellas que se hunden en un limo que las devora, se las traga y las hace desaparecer como se borra de nuestras mentes lo que Toru-san recordaba y sabía y lloraba sobre sus uñas y sus dedos, y nuestras uñas y nuestros dedos, y las de todos...

O teito é de pedra.
De pedra son os muros
i as tebras.
De pedra o chan
i as reixas.
As portas,
as cadeas,
o aire,
as fenestras,
as olladas,
son de pedra.
Os corazós dos homes
que ao lonxe espreitan,
feitos están
tamén
de pedra.
I eu, morrendo
nesta longa noite
de pedra.


Longa noite de pedra, de Celso Emilio Ferreiro