Malsana insanidad

Collage de la bandera de Madrid con el charrán del logo del PP siendo las alas de una mezcla entre la vara de Asclepio y el caduceo de Hermes
El mercadeo de la sanidad en Madrid (Fuentes: 1, 2 y 3)

Los desmanes y locuras cometidos con las mascarillas durante la pandemia no han desbancado todavía ni a la presidenta ni al alcalde de la comunidad de Madrid... si bien es cierto que los comisionistas del ayuntamiento han sido imputados, hace falta esperar y ver si no acaban libres como el hermano de Ayuso, cuya investigación fue archivada...

Los 234 000 euros de Tomás Ayuso parecen calderilla en comparación a los seis millones que trincaron Alberto Luceño y Luis Medina por entregar al consistorio productos casi tan endebles como la justicia patria... no es baladí recordar que ambos entraron en contacto con el ayuntamiento gracias a un familiar de Almeida, quien los avaló ante el gobierno chino...

Defectuosos y con sobrecoste como el hospital de urgencias Zendal, el millonario timo de los guantes y las mascarillas representa otro clavo en el ataúd de tantos ciudadanos que dependen de una sanidad pública cada vez más depauperada... el mayor riesgo, sin duda, es el contagio a otras regiones del modelo de latrocinio que tan bien ha echado raíces en la capital del país...

El gasto destinado a Atención Primaria en la comunidad ha caído cinco puntos desde 2010 (el 12,67% de entonces frente al 7,76% actual) con los gobiernos sucesivos del PP de Esperanza Aguirre, Ignacio González, Cristina Cifuentes e Isabel Ayuso... la actual presidenta incluso aprovechó la pandemia para echar el cierre a los 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAPs)...

Mientras en mayo Ayuso aseguraba que la "inmensa mayoría" de los centros seguían abiertos, las numerosas protestas vecinales afirmaban lo contrario... un mes después, la presidenta confirmaba que sólo 17 de los 37 servicios de urgencias volverían después del verano y que pasarían a llamarse Puntos de Atención Continuada (PAC)... De esta casi veintena, siete abrirían sin médico...


Pancarta denunciando el cierre de los SUAPs (Fuente)

Esta "reorganización" de las urgencias extrahospitalarias respondía a que “solo el 0,44% de la atención en los SUAP era para una emergencia”, pese a que las cifras oficiales contradecían el discurso de la presidenta y la consejería, pese a que las horas de espera y la saturación de los hospitales madrileños no hace más que respaldar las movilizaciones de vecinos y sindicatos...

Bajo el mandato de Ayuso han dimitido la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes; el director general de Coordinación Sociosanitaria de la Comunidad de Madrid, Carlos Mur de Víu; el secretario general técnico de Políticas Sociales, Miguel Ángel Jiménez; el jefe de gabinete de la Consejería de Políticas Sociales, Carlos Reus Jimeno...

Hay que sumar los ceses del consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero; del gerente del Summa 112, Pablo Busca; de la responsable de Hospitales, Bárbara Fernández; de la gerente asistencial de Atención Primaria, Marta Sánchez-Celaya, y de su sucesora, Sonia Martínez Machuca, que volvió a dejar vacante el puesto tras el reciente anuncio de la huelga indefinida de sanitarios...

Si bien en septiembre la presidenta rectificó y aseveró, finalmente, que sí abrirían todos los centros existentes antes de la pandemia, su intención era distribuir al personal de los SAR (Servicios de Atención Rural) en los 78 nuevos PAC sin ampliar la plantilla, algo inasumible para unos profesionales sobrecargados y ahogados por la presión de más de dos años de pandemia...

La marea blanca, desbordada, parece así convertirse en el tsunami que colma el vaso... los años de recortes, el Zendal, las mascarillas, los SUAPs... cada fraude, cada dislate, ha socavado más y más la sanidad pública... ¿será posible frenar a quienes la están destruyendo, o volverán a robar con una sonrisa de oreja a oreja gracias a una mayoría de votos en pro de su enajenada "libertad"?...

¿seremos capaces de sanar, o perderemos el juicio para siempre?...


Díaz Ayuso en IFEMA (Fuente, CC BY-NC-SA 2.0)

A todo gas

Las amenazas que no se materializarían se convirtieron en la invasión que terminaría en escasas semanas... seis meses de guerra después, el otoño llama a la puerta con una explosión en el fondo del mar Báltico... el gaseoducto submarino Nord Stream que conecta Rusia con Alemania ha sido saboteado e inutilizado...

En julio ya se hablaba de una posible crisis energética en Europa ante la posibilidad de que el suministro se suspendiera, y la noticia volvió a las portadas a principios de septiembre... ¿Pero ha sido una venganza de Putin contra el apoyo de la UE a Zelenski, o ha sido obra de un tercero con intención de vender su gas a Europa?...

La guerra se recrudece con el cambio de estación... las previsiones meteopolíticas anticipan un invierno largo y frío, y este nuevo muro de burbujas tóxicas no hace más que contaminar el agua y opacar el más mínimo resquicio de luz... no deja de llegar leña a una caldera que no calienta, pero que amaga con reventar de un momento a otro...

El tiempo no ha curado ninguna herida, sino que ha reabierto cuantas ha podido... las hojas del calendario volatilizan toda esperanza de paz, y el final parece cada día más lejano... las negociaciones se han evaporado y han llegado a posiciones de zugzwang en las que ninguno de los dos países puede mover pieza sin quedar en desventaja...

Para Putin, retirarse significaría aceptar la victoria de Estados Unidos y de la OTAN, cada vez más cerca de sus fronteras, pese a lo prometido en 1990 a Gorbachov, quien ha lanzado su último estertor siendo testigo de la tragedia... Para Zelenski, supondría la pérdida definitiva de Crimea y el Donbás, y dar la espalda a las montañas de muertos que ha dejado el ejército del Kremlin en su camino...

El horror de las masacres de Bucha, Mariúpol o Izium, con los cuerpos inánimes abandonados por las calles y el indecible número de fosas comunes, corta la respiración... los medios, no obstante, no han dudado en marearnos con su habitual hálito necrófilo a través de imágenes tan alejadas del foco informativo como aledañas al morbo más escabroso...

Incluso Europa ha abandonado su habitual posición schrodingeriana de dialéctica hueca y ha apoyado a Ucrania en todo momento, aprobando el envío de armas, mientras intenta asfixiar económicamente a la potencia rusa a golpe de sanciones... Se podría tachar de cobarde la posición del viejo continente, pero nadie quiere imaginar qué llegaría a suceder si entrase directamente en la contienda...

El ultimátum nuclear ha sustituido a la pandemia como nueva causa de hipoxia... sin descanso por culpa de la apnea, contenemos el aliento en una realidad en la que no cabe un respiro para procesarla... ¿qué está pasando, quién mueve los hilos?... mientras las bombas arrasan el suelo, el metano contamina las aguas y el oxígeno desaparece del aire... nos ahogamos y aún nos preguntamos por qué...

Fotografía de la fuga del gaseoducto Nord Stream en el mar Báltico tomada desde el espacio por la constelación de satélites Pléiades Neo
Fuente: Pléiades Neo © Airbus DS 2022