Es evidente el uso mediático de las tragedias y la jerarquía que se establece entre ellas dependiendo muchas veces, no de su magnitud, sino del lugar donde han sucedido o de sus víctimas… ¿Acaso en España no se lloró más por las víctimas del 11M que por las del 11S, pese a que el atentado de las Torres Gemelas fuera mucho mayor?… unos muertos valen más que otros, ¿de qué otra manera podría ser?…
No se trata de eludir el hecho de que hayamos creado y sigamos construyendo un despreciable mundo enfermo de desigualdades remediables sino de ser coherentes y considerar si la muerte del vecino de enfrente con quien se habla cada mañana afectará más que el fallecimiento de otro residente dos calles más abajo con el que se coincidió una vez en una junta para la rehabilitación de las fachadas del barrio…
Inevitablemente, clasificamos a los demás respecto a nuestra relación con ellos, directa o no… el peso de la educación y los medios hará que un español que nunca ha cruzado la frontera se considere más próximo a un francés o a un alemán que a un marroquí o a un tunecino, por mucho que las invasiones hayan llegado de ambos lados o que el clima y la gastronomía lo acerque a unos más que a otros…
Esto hace comprensible que el tiroteo de Charlie Hebdo tuviera mayor eco que la masacre, también a manos de yihadistas, de 148 estudiantes en Kenia en abril… ¿Porque cuántas noticias tenemos mensualmente de toda África y cuántas sólo de Francia?… ¿Qué es para muchos europeos Kenia más allá de los documentales, los safaris y los maratonistas?… no está presente en nuestras vidas, del mismo modo que no lo están Madagascar, Armenia o Portugal…
El atentado en la universidad de Garissa se ha convertido en el símbolo más reciente para criticar el ombliguismo y la doble moral de Occidente… desde redes sociales y foros, muchos usuarios indignados han ridiculizado la intoxicación mediática y lacrimógena por la escasa docena de asesinados en París en oposición a la sequía de noticias y llanto acerca de la matanza africana como si la ausencia de empatía con unos invalidara la pena desbordada hacia los primeros…
Está claro que la intención última es señalar la ceguera existente sobre tantos puntos del mapamundi que siguen depauperándose a causa de insostenibles y codiciosas políticas foráneas o que se extinguen en la sombra porque estratégicamente no interesan a las grandes potencias… desgraciadamente, convertir esta denuncia en una réplica fácil cacareada hasta el hartazgo sólo parece contribuir al aletargamiento y la indiferencia ordinarias…
Mal que nos pese, se está esgrimiendo Kenia como una espada justiciera sólo porque fue trending topic… la rabia volvió a echar el ancla, esta vez en una coletilla, en un tintineo constante y monótono cuya incomodidad se ha hecho cada vez menor, un mendigo más en la calle u otro anuncio de ONG para recolectar ayudas… hacerlo tranquiliza las conciencias aunque el país africano siga importando hoy lo mismo que hace siete meses…
No se trata de eludir el hecho de que hayamos creado y sigamos construyendo un despreciable mundo enfermo de desigualdades remediables sino de ser coherentes y considerar si la muerte del vecino de enfrente con quien se habla cada mañana afectará más que el fallecimiento de otro residente dos calles más abajo con el que se coincidió una vez en una junta para la rehabilitación de las fachadas del barrio…
Inevitablemente, clasificamos a los demás respecto a nuestra relación con ellos, directa o no… el peso de la educación y los medios hará que un español que nunca ha cruzado la frontera se considere más próximo a un francés o a un alemán que a un marroquí o a un tunecino, por mucho que las invasiones hayan llegado de ambos lados o que el clima y la gastronomía lo acerque a unos más que a otros…
Foto de Olivier Ortelpa |
Esto hace comprensible que el tiroteo de Charlie Hebdo tuviera mayor eco que la masacre, también a manos de yihadistas, de 148 estudiantes en Kenia en abril… ¿Porque cuántas noticias tenemos mensualmente de toda África y cuántas sólo de Francia?… ¿Qué es para muchos europeos Kenia más allá de los documentales, los safaris y los maratonistas?… no está presente en nuestras vidas, del mismo modo que no lo están Madagascar, Armenia o Portugal…
El atentado en la universidad de Garissa se ha convertido en el símbolo más reciente para criticar el ombliguismo y la doble moral de Occidente… desde redes sociales y foros, muchos usuarios indignados han ridiculizado la intoxicación mediática y lacrimógena por la escasa docena de asesinados en París en oposición a la sequía de noticias y llanto acerca de la matanza africana como si la ausencia de empatía con unos invalidara la pena desbordada hacia los primeros…
Está claro que la intención última es señalar la ceguera existente sobre tantos puntos del mapamundi que siguen depauperándose a causa de insostenibles y codiciosas políticas foráneas o que se extinguen en la sombra porque estratégicamente no interesan a las grandes potencias… desgraciadamente, convertir esta denuncia en una réplica fácil cacareada hasta el hartazgo sólo parece contribuir al aletargamiento y la indiferencia ordinarias…
Mal que nos pese, se está esgrimiendo Kenia como una espada justiciera sólo porque fue trending topic… la rabia volvió a echar el ancla, esta vez en una coletilla, en un tintineo constante y monótono cuya incomodidad se ha hecho cada vez menor, un mendigo más en la calle u otro anuncio de ONG para recolectar ayudas… hacerlo tranquiliza las conciencias aunque el país africano siga importando hoy lo mismo que hace siete meses…
Imagen de Nicolas Raymond |