Fachadismo

Traje de cemento sin alma, visión de rey que no viste al pueblo, desnudos de una playa sin niños donde los viejos de la Historia dejaron de jugar hace tiempo...

Expatriados de un futuro que los desahucia y arrincona tras cayados y afilados muros de cristales rotos, se ven atrincherados en sus hogares... cañas y barro bajo ladrillos y asfalto bajo vigas y hormigón... silenciosa materia que avanza y no respira, cultivadora de cementerios de anzuelos y ratas, nichos de pescadores degradados con rostros de herrumbre y sal...

Cada noche, el cielo en desplome sobre las ruinas del pueblo del mar, ensombrecidas a golpe de decretazo y planes peristas... comala costero de ocaso gris al que robaron la malvarrosa para alimentar caracolas ciclópeas en conserva y reserva de vidas secuestradas en ensenadas kamikazes, moluscos exacerbantes rodeados de pupilas vigilantes y osamentas resquebrajadas que dejan un impoluto conjunto blanco de mil trescientos millones a la luna de valencia...

Cuadriplicado el presupuesto en aumento para la ciudad de las artimañas y la inconsciencia levantada a los faraones del nuevo milenio, una vía augusta sigue su lucha de plano contra los trazados del BIC, de los siglos y la ley... seiscientos edificios, mil seiscientas viviendas, erosionados lentamente por un bulevar que pretende llegar hasta las arenas privadas evitando giros de limusina innecesarios...

Hipérbole del sueño decimonónico de Antonio Zarranz Beltrán sobre terrenos que en su día fueron de dominio público, las cinco estrellas del hotel balneario colapsan el espacio a su alrededor... abren agujeros negros como estómagos, distorsionan el tiempo y la realidad... como yonkis de la aluminosis sin rehabilitación posible, los tejados y las paredes del patrimonio cultural van siendo abducidos uno a uno, pedazo a pedazo...

Cuanto más inhabitable, más inevitable... el Cabanyal desaparece ante una urbanización inconcebible e inconcedible, bruselización de una capital que no reacciona, que sigue prefiriendo que lo haga Rita y que acabará con naranjas de la China...

así va el mundo: se levantan mausoleos, se entierran bibliotecas...


















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