Demasiado humanos

El exceso de la información no detiene las rotativas... pero la cantidad es tan enorme que es necesaria la descomposición en píldoras y su disolución en agua... los datos complejos se sustraen y se dejan las tiernas vísceras... no se recordará qué sucedió en 1991 pero sí la última ruptura sentimental... hay tanto YO que la conciencia no puede asimilar nada más... se la debe engañar para que interprete ya no como propio lo ajeno sino para que lo engulla como alimento imprescindible... zombis no de cerebros sino del corazón...

La frase del minero José Ojeda fue registrada a su nombre.

Treinta y tres hombres trabajadores con maldades obliteradas en la santificación de un Gran Hermano mundial crean país, planeta, mercado y unión en torno a un fuego que feria como fiera el tinglado tecnológico ultraplano y táctil de la contemporaneidad... el juego es conseguir lo antes imposible, robar de nuevo a los dioses, buscando en el acto una especie de salvación beatífica no de las víctimas sino de los rescatadores regentes... Se licuó la naranja desde los exprimidores de la comunicación como una historia humana de familias rotas humildes y héroes jobianos, pacientes topos ante la muerte, y se aplaudió el happy ending... no tardaron, cuando se acabó el suceso, en sacar souvenirs y revolver los trapos sucios para continuar la novela... Los medios apenas hablaron de la precaria situación de las minas en Chile y en tantos otros países y en tantas otras profesiones, en estado de esclavitud y semiesclavitud, porque esa realidad lejana estaba repleta de demasiados rostros anónimos inidentificables para el espectador, masa amorfa y silenciosa que conforma los inevitables daños colaterales de la sociedad del bienestar...

Un único señor en una cárcel junto a otros en la sombra y a la sombra recibe el Nobel de la Paz y gana un nombre, un premio que el año anterior recibió otro hombre que vive en un palacio con su mujer, hijas y perro y hace la guerra para buscar el final de las guerras cuando apenas llevaba dos días en el cargo... desprestigiado, se lo entregan a quien verdaderamente lucha, y una China futura aplasta el presente y dice NO... China es el miedo... ¿dictará realmente un mañana todavía peor?... Liu Xiaobo no irá a recoger su galleta, de la misma manera que no podrán los disidentes que fueron detenidos por festejar el resultado ni su esposa Liu Xia, alejada de la prensa bajo custodia policial porque los periodistas tienen pase vip SÓLO si los Vips quieren que lo tengan... Los gobiernos mandan formales comunicados que sin duda comunicarán, ONUs que no piden ni despiden sino impiden un oneroso onus probandi que lastra los maletines demasiado negros de todos ellos, y más por la buena fe que por la buena voluntad de hacer algo imprimen sus cartas de amor y odio...

Protesta en favor de la liberación de Liu Xiaobo

Se refieren los papás del poder y de las ondas a una injusticia intangible muy mala en la libertad de un hombre muy bueno, cuando son millones, y a lo terribles que son los malos, que siempre son pocos pero joden mucho... siempre eluden una visión adulta de lo que sucede, firman un eslógan con moraleja y se olvidan de citar por dónde van las fuentes y los tiros... a las nucas desnudas llegan, así, contenidos cojos y bizcos, normativizados con rímel, a los que se ha bautizado con agua del grifo como 'noticias', seguramente más porque infaman y vituperan que porque observen y señalen... el cuarto poder se dedica a describir y reescribir el crecimiento del cuarto mundo (y tantos otros) con conscientes informes informes, vacíos, grotescos, ridículos, falazmente verosímiles, llenos de fotografías impactantes con niños de cabezas abiertas por el fuego amigo, reforzando con hormigón armado la cuarta pared de este circense teatro beckettiano que un día juraron ayudar a tumbar...

Poco a poco se vendieron, poco a poco los compramos, sin reproches ni juicios ni quejas ni amargor ni escozor, sin darnos cuenta ni importarnos ni avisar... ¿cómo resucitar ahora aquel periodismo libre de títeres y esclavo de la verdad?... ¿cómo volver sin devolver ni ingenuidad a unos orígenes de sinceridad y profesionalidad y solidaridad crítica?... ¿cómo volver a ser humanos en nuestra justa medida, sin excesos, y no atroces caníbales de un mundo en demasía?...