Los tiempos cambian

Pensar en la última vez que hiciste muchas cosas y ver que quedan atrás, alejadas como los árboles fantasma de las zonas repobladas, con su geometría estremecedora de filas perpendiculares y puntos equidistantes, recuerdos fríos, aparentemente cercanos pero intocables en el espacio...

¿Cuánto hace que tuviste hipo?
¿Cuánto tiempo hace que corriste sin parar por la calle?
¿Cuánto tiempo hace que te caíste?
¿Cuánto tiempo hace que aguantaste la respiración?
¿Cuánto tiempo hace que te quedaste mirando una mosca?
¿Cuánto tiempo hace que observaste fijamente una bombilla?
¿Cuánto tiempo hace que te atragantaste?
¿Cuánto tiempo hace que te empachaste con dulces?
¿Cuánto tiempo hace que lloraste?
¿Cuánto tiempo hace que vomitaste?

Y sin embargo...

¿Cuánto hace que tienes hipo?
¿Cuánto tiempo hace que corres sin parar por la calle?
¿Cuánto tiempo hace que te caes?
¿Cuánto tiempo hace que aguantas la respiración?
¿Cuánto tiempo hace que te quedas mirando una mosca?
¿Cuánto tiempo hace que miras fijamente una bombilla?
¿Cuánto tiempo hace que te atragantas?
¿Cuánto tiempo hace que te empachas con dulces?
¿Cuánto tiempo hace que lloras?
¿Cuánto tiempo hace que vomitas?

No es lo mismo... desaparece el juego, se quedan las reglas... y las cosas que te pasaban antes, ahora te pasan...

8 comentarios

aningunsitio dijo...

Lingüística y tempus fugit... una mala tarde la tiene cualquiera.

Clementine dijo...

Qué agonia hacer todas esas cosas durante mucho tiempo...

Bueno, menos lo de empacharse con dulces. Eso lo hago cada día.

aningunsitio dijo...

A mí me parece que las hacemos demasiado, y es una agonía que soportamos. Lo de empacharnos de dulces, igual (llámense también milongas). Aunque yo también me pirro por el regaliz rojo y las lenguas con sidral. XD

sonia dijo...

ayy y la primera cuántos momentos te trae a la mente... OIKMAKUUU

Miguel fg dijo...

el otro dia me pillé un ciegazo, me empaché de bourbon,demasiado dulce, me entró hipo de borracho, me fui corriendo a casa y me meti una hostia,casi me atraganto y terminé potando; las moscas se acercaron a la pota en el suelo. cuando llegué a casa miré fijamente la bombila hasta en tres ocasiones para asegurarme de que no la había encendido y no despertar a mis padres, aguanté la respiración hasta llegar a mi cuarto y ya en la cama lloré como un niño pequeño por una noche tan cerda.

XD!! no todo se acaba con la edad hombre.

aningunsitio dijo...

Sonia: XD

Miguel: Creo que el tuyo es el mejor comentario en este blog desde los tiempos en que ponía cocamarin posteaba allá por el 2006-07. XDDDDDDD

Buena ocurrencia! ¿Por qué era una ocurrencia, no? XDDDDDDDD

Y claro que no todo se acaba con la edad. Este texto no es sólo por nostalgia y también metiéndome con ella. ¿Qué nostalgia hay que tener de vomitar? Por Dios, odio vomitar! Pero como es algo del pasado, parece como más bonito, no? Pues, no, una pota es una pota! XDDD

Y, además, aguantar la respiración, tener hipo, mirar las bombillas, todo antes era un juego. Ahora parece que tienes que llevar un ciego enorme para hacerlas con un mínimo de respeto o dignidad. Lo que vosotros decís Miguel: Bebe, bebe,... XDDDDDDDD

PD: Mi madre dice que no me junte más con vosotros. Sois una mala influencia.

Miguel dijo...

jaja, ya ves, oye, claro que es una ocurrencia, piensas que podría haber pasado cualquier noche de estas eh cabroncete?

la verdad es que sí, yo también me acuerdo de ir en el coche de mi padre con un olor imposible a tabaco y potar con tanta curva alpujarreña, y de muchas cosas más claro

un saludo

Madame Blavatsky dijo...

MIguel, desde luego, tu comentario, no sé si el mejor, pero uno de los top 5 fijo. Brutal. Lo que más me ha encantado, lo de irte a llorar de rabi y de impotencia a la cama. Eso pasa mucho después de potar. Te sientes como desvalido. yo me siento fatal, enfermita, débil, encima a mí el contorno de los ojos se me llena de puntitos rojos cuanod poto, que me dan una apariencia extraña, y casi gótica. Es super raro. potar es una de las cosas más horribles del mundo. NOtar esos trozos de comida que vuevlen a salir por todas partes y el asqueroso sabor agrio de la bilis, que por más agua que bebas no se pasa... puaghhhhhhh