La velocidad del incendio

Si permitimos que promuevan y hagan todo eso en la calle estaríamos muy preocupados por nuestro país, porque nos consideramos gente normal (...) Simplemente vivimos chicos con chicas y chicas con chicos. Viene de la historia. Nunca hemos tenido ningún problema ni queremos tenerlo en el futuro.
Elena Isinbayeva

cada vez más deprisa, saltamos sobre el fuego...

más veloces, nos dirigimos hacia las llamas abrasadoras cada vez más altas de la combustible inmediatez, marcados por la candente actualidad que sin remordimiento deja atrás el tiempo convertido en un enorme desierto en expansión de ilectos documentos apergaminados...

borramos los discos duros para no descubrir nuestras culpas pasadas, enturbiamos las aguas que bebemos, permitimos que el esmog se cierna sobre el mundo en una nube de cal y amianto para el conocimiento y el cariño...

la Historia no marcha en fila ni es transparente ni está escrita... la Historia se esparce, se esconde y se escribe sin abandonar el presente... se enarbolan banderas y saludos tóxicos en fotos de Instagram y nadie aplica filtros porque la pátina rancia es de serie...

una ironía sangrienta quiere que Rusia tome como identitarias las leyes homófobas que ha aprobado en contra de la perversión europea del amor "no tradicional" y gracias a la depravación comunitaria de callar cuando más necesario es un grito...

fue Pedro el Grande quien en el siglo XVIII, buscando convertir la Rusia Moscovita en una potencia europea, llevó a cabo la occidentalización del país... entre sus reformas legales se encuentra la prohibición en 1716 de la sodomía entre los soldados...

Pedro I el Grande
dicha prohibición buscaba ponerse en consonancia con el resto de reinos de Europa donde la homosexualidad no era sólo un pecado, como consideraba la Iglesia Ortodoxa, sino también un crimen perseguido desde el s.XIII por herético...

no fue hasta 1835 que la prohibición se extendió a los civiles, para ser echada abajo por los bolcheviques en 1917 (que, sin embargo, consideraban la homosexualidad una enfermedad mental), para ser resucitada por Stalin en el 33, para ser derogada diez lustros después...

durante la democratización del país, para estar en consonancia con el resto de estados europeos, presionado por el Consejo de Europa, Borís Yeltsin levantó el veto a las relaciones homosexuales, como hiciera Pedro el Grande en dirección contraria...

veinte años después, la Duma ha aprobado la ley que censura la propaganda de las relaciones "no tradicionales" que pueden dar a sus jóvenes la falsa imagen de que son "normales" o "atractivas"... ¿y a qué tradición se refieren?...

la homosexualidad lleva en Rusia tanto como la heterosexualidad y perseguida durante menos siglos que en el resto de Europa... pero eso son maledicencias... incluso, afirma el ministro de cultura, las malas lenguas (y las cartas escritas de su puño y letra) intentan sugerir que Chaikoski era gay...

como puede comprobarse, su ley para proteger a la juventud está siendo todo un exitazo, vista la escalada de violencia documentada y multiplicada en vídeos y fotografías de zagales patrios vejando y apaleando a sus conciudadanos homosexuales...

al COI todo esto le parece bien porque los récords están hechos para superarse y considera que los valores olímpicos, a diferencia de los rostros deformes de esos chavales vapuleados y reventados a patadas, no se verán dañados mientras nadie se pinte las uñas de colores raros en Sochi...

a Europa la han pillado mirando para el otro lado, desgraciadamente... en España se le resta importancia a las fotos documentadas y multiplicadas de banderas aguileñas y saludos de cuarenta grados porque son "chiquilladas", puro amor que no repite la emponzoñada historia del odio...

el fino papel de fumar de la memoria,
las salvajes caladas incendiarias del olvido...

montaje de bandera arcoiris gay en llamas