Hecha la trampa, echa la ley

Pese a que la manifestación del 19 de febrero contra la reforma laboral en Barcelona fue una procesión tan fantasma como sus convocantes, nadie ululó por los corredores... sólo ondearon las banderas de los castillos, casi en silencio...

proclamas desvaídas, silbatos deslocalizados, algún megáfono con más enjundia... todo sonando entre el gentío que charlaba de sus cosas, que pasaba una tarde de domingo... las pancartas podrían haber ido en blanco en aquella marcha popular por el sano ejercicio de las libertades donde nadie hubiera echado en falta las tres últimas palabras...

Si había queja por la falta de seriedad de los carnavales en que se habían convertido las marchas de protesta, allí se pasó del circo al footing... con grupitos formados, sin concentración, juntos pero dispersos, en masa pero con grumos, avanzaba como una lombriz la sierpe, a saltitos, escuchando el iPod...

Fue una imagen clara del presente... más que mostrar rechazo ante las medidas gubernamentales o la impunidad de los bancos, se hacía un retrato al óleo de la incomprensión apática de los acontecimientos... no había rostros enfadados ni indignados ni molestos... hubo suerte de que la marcha fuera en línea recta...


¿Qué hace una ciempiés humano contra una avalancha de gusanos si el cadáver está más que corrupto y no dejan de manar?... las televisiones del mundo regurgitan imágenes de jueces deshabilitados de las cortes mientras que ex presidentes fraudulentos vuelven a ellas con el traje puesto... por lo visto, uno prevarica y el otro no sabe...

resulta que, como los ciudadanos, los que tienen el mando no tienen idea: no conocían a tal, no firmaban aquello, no gestionaban lo otro... hasta los reales están en los juzgados por no saber... a diferencia de los dos ancianos que condenaron por la vía rápida acusados de una rutina de pequeños hurtos, aquí cabe la honorabilidad...

No os invita a creer un discurso navideño donde se afirma que todo el mundo es igual ante la ciega balanza, a aceptar la palabra de uno que conocía el tinglado desde hacía un lustro pero que lo encubrió... envió a su emisario a regañar al yerno, a informarle que eso estaba mal, caca, pero no hizo nada para evitar la sustracción de dinero público...

Del balonmano a los malabares, de lateral a trilero, de buen partido a juego sucio, y en mitad de innúmeros balones desviados hacia el campo contrario de su socio, de obviar que hasta el butanero estaba inscrito en sus empresas, aparece en su declaración el ex presidente valenciano que creía tener el traje limpio y a su hechura...

de esta manera, las hormigas pisan en falso sobre un campo sembrado de tordos, protestan por sendas minadas bajo estandartes ambiguos, sin lemas ni máximas, mínimos en un bosque de Sherwood donde todos cagan pero no es de nadie la mierda...

Así de grande