Redecorar una novela

Comprar una novela, gastarte el dinero, llegar a la página 29 y no entender nada... releer y ver que lo que se tiene frente a los ojos no tiene sentido alguno... cerrar el libro, ir a la página del autor en inglés y, eficientemente enlazado, encontrar que el título del libro redirige a la página de Random House Canadá donde, también muy inteligentemente, se puede leer el principio de las novelas que venden; en este caso, cincuenta y cuatro páginas, que no está nada mal para hacerse una idea...

La novela es Jpod de Douglas Coupland, más conocido por su otra novela Generación X, que popularizó el término que Robert Capa acuñó (él, no ella)... en España ha sido publicada por El Aleph Editores, del Grup 62, y comprado para su edición de bolsillo por Quinteto, del Grupo Planeta... peces gordos de obesidad mórbida... Por su parte, la traductora, Raquel Herrera Ferrer, es Doctoranda en Comunicación Social de la Universitat Pompeu Fabra, Licenciada en Comunicación Audiovisual por la misma universidad (2001) y Posgraduada en Teoría y Crítica del Arte Contemporáneo por la Escola Eina (2002)...

Su currículum en la página de ACE Traductores, Sección Autónoma de Traductores de Libros de la Asociación Colegial de Escritores, también apunta que ha adquirido el Proficiency, un grado C2 a nivel europeo gracias al cual uno es poseedor de una jauría de canes sajones: CAN advise on or talk about complex or sensitive issues, understanding colloquial references and dealing confidently with hostile questions; CAN understand documents, correspondence and reports, including the finer points of complex texts; CAN write letters on any subject and full notes of meetings or seminars with good expression and accuracy...

Ningún perro ladró traducción literaria, sin embargo... y la doctoranda tradujo y las editoriales pagaron... de por medio nadie desconfió, del mismo modo que nadie se preocupó en leer lo escrito... pero el cliente pagó, se fue a su casa, se sentó en el sofá y abrió el libro... en la página diecinueve, la que inicia el primer segmento de la novela, se topa con un diálogo al que le faltan las rayas introductorias de dos intervenciones... sigue leyendo mientras las rayas de los diálogos siguen bailando, apareciendo y desapareciendo, como en una convención de cocainómanos prestidigitadores... y la sorpresa llega a justo una hoja de llegar a la página treinta...

   –Podríamos enrollarlo en la alfombra y enterrarlo.
   –De acuerdo. Vamos a coger la alfombra del cuarto de tu padre y enterrarlo.
   Volvimos a subir. Papá trabajaba en una empresa de ingeniería naval. Cuando le despidieron se puso a actuar, sobre todo en la tele, pero últimamente le han dado algunos papeles cortos sin diálogos en estrenos cinematográficos de EE.UU.
   Quité y arrinconé todas las maquetas de barcos antiguos y planos náuticos de las estanterías, y en su lugar puse retratos enmarcados: en color y en blanco y negro, serio, animado, "El amante", "El payaso triste", "Policía bueno que se ha vuelto malo"...

¿Subir a por una alfombra para enrollar un cadáver y acabar redecorando el piso?... resulta un giro tan inesperado hasta para la literatura contemporánea que el texto inglés originario prefiere driblarlo y convertirlo en una descripción tradicional...

We went upstairs. Dad used to work for a marine engineering firm. When he was laid off, he got into acting, mostly TV, but lately he'd been copping a few brief non-speaking roles in U.S. theatrical releases.
   In his den, all his old models and nauticals maps have been dumped off and heaped in a corner in favour of framed headshots –color and B+W, serious, lighthearted, "the Lover," "The Sad Clown," "The Good Cop Gone Bad–"...

¿Qué se puede esperar una edición que ha pasado por el filtro de dos editoriales pertenecientes a dos de los mayores grupos editoriales del país y que tiene errores tipográficos desde la primera página y que pasa por alto una mala traducción a las diez páginas convirtiendo el texto en un sinsentido?... ¿Cuántos errores más cabe esperar?... ¿Cada vez que el lector se encuentre con algo extraño va a tener que recurrir a la edición original, va a tener que inventarse una explicación si no comprende más lengua que el castellano?... ¿Y qué novela acabaremos leyendo, la de Coupland, en serio?...

Se quejan ya como las discográficas de las descargas de ebooks cuando deberían empezar a analizar la calidad de su propio trabajo y el precio al que lo venden...